La Patrulla Verda de Cambrils o la de Vila-seca llevan muchos años reforzando las vigilancias rurales para intentar disuadir a los ladrones de algarrobas, aceitunas y otros productos del campo que puedan ser ‘golosos’ por una subida de precios del mercado.
Este pasado septiembre, en Salou, también se ha creado esta unidad con el mismo objetivo que las ciudades vecinas.
Y aunque el despliegue y los recursos son limitados (con ayuda de Mossos en algunas zonas del territorio), los éxitos florecen en los diferentes municipios aportando cierta sensación de seguridad y proximidad policial en épocas de recolección.
Un ejemplo reciente de ello ha ocurrido este sábado en Vila-seca. A las 11 horas del sábado día 18, la patrulla encontró una furgoneta blanca en una finca y cerca de ella a una persona recogiendo algarrobas.
Los agentes preguntaron al supuesto payés, que no es el propietario de la finca, y al no poder avalar que tenía permiso del titular fue denunciado por el hurto de algarrobas, un fruto seco que en los últimos años ha ido manteniendo un precio de mercado aceptable para su recolección y venta.
Los agentes confiscaron los sacos para pesarlos y avisaron al propietario de la finca de lo que había ocurrido. La Policía Local ha abierto diligencias de este delito y espera que el propietario formule la denuncia para poder seguir el trámite contra el supuesto ladrón de algarrobas.
El mismo sábado hubo otro hurto abortado por la patrulla de Vila-seca. En esta ocasión fueron unos cuantos kilos de aceitunas recolectadas en bolsas de basura grandes. El aceite y su elevado precio ha convertido esta cosecha en una de las más interesantes para estos ladrones rurales.
La patrulla localizó otro coche en una masía y al preguntar al supuesto agricultor quedó demostrado que las recogía sin permiso del amo de la finca. Al igual que el otro falso payés de las algarrobas, a este hombre se le abrieron diligencias policiales y se confiscó la cosecha a la espera de que el titular de la finca presente denuncia y recupere sus aceitunas.
