El fiscal de la Sala de Medio Ambiente, Antonio Vercher, abrió este lunes, 8 de enero, diligencias de investigación por la llegada masiva de pellets de plástico a las costas de Galicia y Asturias.
Estos microplásticos de escasos milímetros de diámetro proceden de varios contenedores que el barco ‘Toconao’ perdió en alta mar, enfrente de las costas de Portugal, hace ya varias semanas. Los plásticos salieron a flote y las corrientes han llevado hasta las playas del norte de España (y también del país luso) un manto blanco de contaminación difícil de eliminar de la arena y de alto riesgo para las aves y peces de la zona.
La Unidad Especializada en Medio ambiente de la Fiscalía General del Estado expone en su escrito que los pellets presentan “indicios de toxicidad, no son biodegradables y no pueden eliminarse”, adelanta en su edición digital elDiario.es.
En diciembre, el barco ‘Toconao’ perdió varios contenedores enfrente de las costas de Portugal
Desde mediados de diciembre están llegando a las costas de Galicia partículas de microplásticos vertidas en aguas portuguesas tras caer al mar varios contenedores del carguero Toconao. Y esta contaminación ha seguido subiendo al norte y llegando a las playas de Asturias, Cantabria y País Vasco.
La Fiscalía del Estado ya abrió expediente de seguimiento el pasado 4 de enero tras haber tenido noticia de la existencia de microplásticos en playas y rocas desde Espiñeirido (A Coruña) hasta el faro de Corrubedo, añade elDiario.es y en el argumento del fiscal Vercher recuerda el caso de la Costa Daurada afirmando de la existencia de «una problemática similar» en Tarragona (aunque siguiendo un diferente modus operandi).
El caso de La Pineda
El modus operandi diferente al que hace referencia el fiscal Antonio Vercher es debido al origen de la contaminación de pellets en las playas de la Costa Daurada, especialmente la de La Pineda (Vila-seca) en los últimos años. El caso de La Pineda, pero, también llegó a Madrid para exponer la problemática. Y antes se expuso el problema en Europa de la mano del eurodiputado Ernest Urtasun.
En el caso tarraconense no se trata de un vertido de un barco por negligencia o error humano, sino de la producción de esta grazna en la industria química y sus ‘pérdidas’ en el recorrido de este material de plástico hasta su destino final.
A finales de 2023, El Departament d’Acció Climàtica abrió expediente por incumplimiento de la ley responsabilidad ambiental a ocho empresas químicas de Tarragona por su supuesta responsabilidad en el origen de la contaminación con pellets.
Las empresas investigadas, según publicó el digital Porta Enrere son las multinacionales Repsol Química y Dow Chemical, así como Basell Poliolefinas, SK Primacor, Transformadora de Etileno, Katoen Natie, Schmidt Ibérica y Ravago Plásticos.
En el caso de Repsol se ha involucrado en esta lucha ayudándose con la inteligencia artificial. Pelltinel es un sistema de monotorización que detecta estos microplásticos en lugares inusuales.
El expediente se abrió a raíz del procedimiento de responsabilidad ambiental ante la Generalitat presentado por Good Karma y Surfrider Foundation en octubre para que se investigue el origen de esta contaminación.
Paralelamente a la acción de la Generalitat, en septiembre de 2023 se creó la plataforma cero pellets (formada por instituciones y empresas del sector químico, para acabar con el problema de las pérdidas de estos microplásticos.
