El Ayuntamiento de Vila-seca puso en marcha en mayo de 2021 una nueva unidad para la gestión de multas relacionadas con las diferentes ordenanzas de civismo del municipio. Con el objetivo de agilizar las denuncias interpuestas por los agentes de la Policía Local, se incorporó una administrativa que se encarga de tramitar estas sanciones. En el primer año en funcionamiento de la nueva unidad, entre junio de 2021 y junio de 2022, se han gestionado un total de 155 expedientes sancionadores.
«Ha sido una forma de agilizar la tramitación de las multas y al mismo tiempo poner en valor el trabajo que hace la Policía Local, que no es otro que velar por el orden público. Si se ponen sanciones pero no tienen recorrido, es trabajar sin resultados», expresa el concejal de Seguridad y Civismo de Vila-seca, Josep Toquero.
El Ayuntamiento agilizó la tramitación de estas multas hace un año con una nueva unidad propia
Más de la mitad de las multas, 84, están relacionadas con la tenencia de animales, mientras que otras 63 tienen origen por ruidos. Cuatro personas fueron multadas por orinar en la calle y dos más por problemas de limpieza. Además, en los últimos doce meses también se interpuso una multa relacionada con la venta ambulante y otra por molestias generadas por humo. En esta estadística no se incluyen las multas de la ordenanza de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), aprobada también recientemente, que son consideradas de tráfico y se gestionan desde Base.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Vila-seca aprobó a finales del 2020 la nueva ordenanza de tenencia de animales, acompañada de una campaña informativa a través de agentes cívicos. De las 84 infracciones relativas a la ordenanza de tenencia de animales, 68 se han interpuesto a propietarios de perros, 15 a dueños de perros potencialmente peligrosos y solo una en relación a gatos.
En este sentido, las sanciones más habituales son las referentes a los ruidos que generan las mascotas, tener animales sin censar o sin chip, así como perros de razas potencialmente peligrosas que no están inscritos en el registro o no tienen la licencia y seguro obligatorios, llevar a perros por la calle o espacios públicos sin atar o sin bozal, no recoger las defecaciones en la vía pública o dejar miccionar en fachadas o mobiliario urbano, así como estar con perros en zonas de playa o parques infantiles.
Las multas van desde los 100 hasta los 400 euros en función de la gravedad de la infracción. Por otra parte, el Ayuntamiento aprobó hace unos meses un nuevo reglamento para que las personas con menos ingresos puedan hacer frente a este tipo de sanciones a través de servicios a la comunidad.