La Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT) confía en una buena temporada en la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre, similar al 2019, cuando se registró la cifra récord de 22 millones de pernoctaciones, y una ocupación en julio y agosto del 80 y el 90%.
«Cada vez intentamos alargar más la temporada y que vaya de marzo a noviembre. Los últimos años, después de la pandemia, nos quedamos en 19 o 20 millones de pernoctaciones, pero la sensación que tenemos este año es que llegaremos a las del 2019 o, si no, estaremos cerca», asegura el portavoz de la FEHT, Xavier Guardià.
La caída del turismo ruso, a causa de la guerra, del cual la Costa Daurada era el principal receptor de España, se ha suplido con un incremento de visitantes de otros países europeos, como Francia, el Reino Unido Irlanda o Alemania.
«El mercado nacional, catalán y del resto de España, representa la mitad de nuestras visitas; la otra mitad procede de Europa, de fuera solo hay casos muy anecdóticos. De los internacionales, el primer mercado es el francés, seguido del británico, el irlandés, que cada vez sube más, el alemán, el belga y el suizo», explica Guardià.
PortAventura, que ya abre durante todos los meses del año, es uno de los principales motores para estirar la campaña turística en la provincia de Tarragona.
«Fueron los primeros, por ejemplo, que apostaron por Halloween, y ahora también lo hacen algunos municipios, hoteles o campings. Vamos hacia un turismo durante todo el año y ya estamos notando crecimientos en meses como abril, el mayo, el junio, el septiembre, el octubre y el noviembre. En julio y el agosto ya no podemos crecer más», indica el portavoz de los hosteleros.
El turismo deportivo, con la organización de torneos de fútbol, baloncesto o balonmano, es otro aliciente para captar adeptos fuera de temporada.