Los episodios de sequía obligan a una estrategia de gestión del agua que garantice el abastecimiento.
La Generalitat inicia un plan para que Catalunya tenga garantizado el 70 % del consumo con recursos propios en 2027, como ha anunciado la consellera de Territori, Sílvia Paneque. Ahora la garantía es del 33 % más allá del agua de lluvia.
Para ello son necesarias obras de infraestructura, además de una concienciación ciudadana, también de los municipios y de las industrias.
Entre las infraestructuras que deben ser garantía de suministro para el área de Tarragona y la de Barcelona está la desalinizadora del Foix, prevista para que se localice entre Cubelles y Cunit se anuncia desde hace más de una década pero que no se había activado.
Evaluación ambiental
Sobre esa planta la consellera ha reiterado que el Govern tramitará de manera urgente la evaluación medioambiental de la obra para que puedan comenzar la construcción lo antes posible. Esa planta podrá producir 30 hm3 de agua al año (90.000 m3/día).
Contempla hacerse entre Cunit y Cubelles ya que a ese punto llegan las redes del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) y de Aigües Ter-Llobregat (ATLL). En función de las necesidades podrá inyectarse agua a una zona u otra.
En todo caso desde que se planteó el proyecto se niega que sea una interconexión de redes para un trasvase y que el agua del Ebre no irá para el área de Barcelona.
Asegurar recursos hídricos
La consellera destaca que con las inversiones previstas podrán asegurarse con recursos que no dependan de la lluvia en hasta 245 hm3 al año frente a los 116 actuales.
Sobre la desalinizadora del Foix el Consejo de Ministros aprobó en julio una modificación del convenio de gestión directa de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) que permitirá iniciar la ejecución de la obra.
La inversión es de 223 millones de euros y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, señaló el objetivo de que esté acabada antes de finales de 2026.
La planta extenderá los equipos hasta Calafell, donde habrá un nuevo depósito. Está proyectada donde estaban los antiguos depósitos de gasóleo de la antigua central térmica
Desde la playa estará pasada la línea de tren y la autopista C-32, por lo que las canalizaciones de captación de agua y de devolver la salmuera al mar pasarán bajo estas infraestructuras.
La longitud de las canalizaciones desde el depósito hasta las canalizaciones es de 3,5 kilómetros, de los que 3 corresponden a tramo marino. 1.700 metros desde la playa irán en un zanja y los últimos 1.300 metros en la superficie marina.
La inversión en Catalunya hasta 2040 es de 2.300 millones de los que 1.000 ya están planificados. Otros proyectos son otra desalinizadora en la Costa Brava o desviar las aguas residuales del Besòs al Llobregat.