El sector turístico de la Costa Daurada confía que los visitantes estatales y franceses ayuden a remontar las cifras de ocupación en agosto después de un julio bueno, pero sin cumplir las expectativas de recuperar los niveles previos a la pandemia. “Nos estamos acercando al 2019, que ya sería un éxito porque fue una buena temporada”, indica el portavoz de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià.
Pese a la buena respuesta del mercado británico e irlandés, los empresarios todavía notan la carencia de turismo ruso. En cambio, desde la Federación de Turismo Rural de las Terres de l’Ebre (Aturebre), prevén un 80% de ocupación durante agosto, recuperando los niveles anteriores a la pandemia.
Los turistas han llenado los alojamientos de la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre, principalmente los fines de semana de este mes de julio. Guardià calcula que se han logrado porcentajes de entre el 80 y el 90%, especialmente durante los días festivos. El sector se muestra optimista después de dos años marcados por las restricciones derivadas de la pandemia.
“Venimos de una miseria tal que cualquier cosa que venga puede ser buena, pero bien es verdad que la gente ha vuelto”, ya resumido Guardià. Los empresarios echan de menos esta temporada a los turistas rusos. “Por la Costa Daurada es un turismo importante, éramos líderes en el mercado ruso”, remarca el portavoz de la FEHT.
De momento, los mercados alemán, holandés y el belga están funcionando bien en los campings, mientras que la llegada de turismo británico se está recuperando y el irlandés se expandiendo respecto a los años anteriores. “La ocupación en los campings es mejor respecto a los hoteles, seguramente porque el camping tiene muchos más clientes directos, no tanto de touroperador, y no trabaja con el británico ni con ruso”, concreta Guardià.
En cualquier caso, los empresarios confían que en agosto mejoren sustancialmente las cifras de julio. Especialmente, porque es cuando está previsto que hagan mayoritariamente vacaciones los turistas españoles y franceses. En concreto, los principales clientes provienen de la cuenca del Ebro, Valencia y Madrid. “Hace muchos años que consideramos el mercado francés de proximidad porque vienen con automóvil, utilizan muy tanto camping, el apartamento como el hotel, igual pasa con el español”, detalla Guardián.
Optimismo de los alojamientos rurales ebrenses
Por su parte, los propietarios de los alojamientos rurales de las Terres de l’Ebre tienen la esperanza de lograr este mes de agosto niveles de ocupación similares a los registrados hace dos años, antes del estallido de la pandemia de la covid 19. “Si no hay cancelaciones, tendremos alrededor de un 80% de ocupación este mes de agosto”, subraya el portavoz de Aturebre, Juanjo Belio. Recuerda que, anteriormente, se había llegado en algún caso al 90%, pero nunca se ha conseguido llegar a llenar la totalidad.
Durante este mes de julio pasado, las cifras han sido también relativamente buenas. Han logrado entre un 80 y un 90% de plazas ocupadas, pero principalmente solo los fines de semana, hecho que hace bajar bastante el porcentaje global del mes. En cambio, en agosto, admite Belio, el nivel será bastante más estable durante todo el mes: buena parte de las reservas corresponden a familias y grupos de amigos por estancias más largas, coincidiendo con el periodo de vacaciones más generalizado. Buena parte de estas reservas se han hecho con antelación mínima de un mes.