Mientras la AP-7 y la AP-2 se libran de los peajes, en el Baix Penedès los vecinos seguirán pagando las barreras de la C-32 para los desplazamientos con Barcelona.
Aunque la Generalitat anunció que desde el 1 de septiembre hay descuentos en las barreras de Cubelles del 70% (tramo de Sitges a El Vendrell) y del 40% en los túneles del Garraf (Sitges y Castelldefels), esas rebajas son insuficientes para el sector empresarial y turístico, pero también para muchos ciudadanos.
Ayuntamientos y consejos comarcales valoran los descuentos, mientras que la Federació Empresarial del Gran Penedès (FEGP) reclama que el precio de la barrera de los túneles del Garraf tenga una rebaja del 50% y de la Cubelles se elimine.
Plataformas como No Vull Pagar C-32 también critican esas bonificaciones ya que señalan que no solucionan los problemas de movilidad en el territorio y siguen castigando a vecinos y empresas.
Los descuentos en las barreras de la C-32 tienen además condicionantes. Es para vehículos ligeros de cuatro ruedas y de lunes a viernes no festivos. El desplazamiento de ida y vuelta debe realizarse en un mismo día y en el mismo origen y destino. Además el usuario debe llevar Teletac o registrarse en una aplicación de móvil.
Más uso
La Generalitat argumenta que pretende incrementarse el uso de la C-32 para «favorecer la movilidad interna y mejorar la vida de las personas que viven o trabajan en los municipios de la zona».
Sin embargo No Vull Pagar C-32 considera que no aumentará el tránsito por la C-32 habiendo gratuidad en la AP-7. Señalan que muchos conductores usarán la autovía C-15, sin barrera entre el Garraf y el Penedès, para ir a la AP-7. Ese incremento de tráfico en la vía encarecerá el pago de la Generalitat a la concesionaria por el uso ya que tiene un peaje en la sombra. Además de los 18 millones de euros anuales que cuesta a las arcas públicas las rebajas en las barreras de la C-32 para garantizar unos mínimos tránsitos a la concesionaria.
El Baix Penedès tiene en la C-32 gran arteria de comunicación con el área de Barcelona. Son muchos los usuarios que deben usarla a diario ya que la comarca creció en parte gracias a esa autopista, pero muchos de los residentes deben desplazarse a diario a Barcelona por motivos formativos.
La carretera C-31 por las costas del Garraf es descartada como alternativa por las numerosas retenciones y no ser una vía ágil y segura.
Aún así el precio del peaje tras la rebaja sigue siendo caro si debe realizarse a diario por lo que en el Baix Penedès no se considera que solucione el problema y la C-31 que seguirá colapsada especialmente al pasar por los núcleos urbanos de Cubelles, Cunit y Segur de Calafell.
Las plataformas contra el peaje señalan que el único motivo de los descuentos es intentar paliar el descenso de tráfico que se espera una vez liberada la AP-7 de sus barreras.