Nueva investigación por una presunta agresión sexual grupal, en este caso en Salou, cometida por cuatro jóvenes sobre una adolescente de 13 años. Dos de los sospechosos ingresaron ayer en un centro de menores por orden judicial, un tercero está en libertad vigilada y el cuarto es inimputable al tener menos de 14 años.
Los hechos denunciados ahora habrían ocurrido el pasado mes de octubre en el domicilio de uno de los menores sospechosos. Allí, los cuatro agresores estaban con la víctima. Le habrían realizado tocamientos y alguna práctica sexual.
La víctima no denunció los hechos hasta que en los últimos días sus padres habrían visto unas amenazas de los sospechosos en redes sociales dirigidas a su hija. Fue entonces cuando los Mossos d’Esquadra iniciaron una investigación. Fruto de la misma fue la detención de los tres sospechosos el pasado martes. Al cuarto, hermano de uno de los anteriores, no se le pudo arrestar al tener menos de 14 años, edad mínima que recoge la Ley del Menor para su imputación.
A disposición judicial
Los tres detenidos, que tienen unos 16 años, pasaron a primeras horas de la tarde de ayer por el Juzgado de Menores. Para uno de ellos la Fiscalía solicitó la medida cautelar de libertad vigilada y para los otros dos, el internamiento cautelar en un centro en régimen cerrado como máximo durante medio año. Por su parte, la defensa solicitó la libertad vigilada para todos ellos. El magistrado accedió a las pretensiones del Ministerio Público.
De uno de ellos, el equipo técnico aseguró que se encuentra en situación de riesgo, tanto para volver a delinquir como de huir de la justicia ya que no cuenta con medios de contención y control suficientes por parte de adultos. No respeta ningún tipo de normativa ni autoridad, ni valida al progenitor.
Actúa según su criterio, sin respetar horarios y haciendo lo que él quiere. Muestra baja empatía, centrándose solo en las consecuencias que sus acciones tienen hacia él. Cuenta actualmente 10 expedientes incoados por la Fiscalía de menores por robos con fuerza, con violencia o intimidación, hurtos y sustracción de vehículos. Tiene impuesta una medida de libertad vigilada, que no cumple.
El equipo técnico proponía el internamiento del menor en régimen semiabierto. Para el magistrado, la medida más conveniente es la de internamiento ya que le permitirá estar en un entorno «contenedor» y alcanzar la estabilidad necesaria para retornar al hogar familiar, respetar la normativa y validar la figura del padre, así como trabajar la empatía y las consecuencias de sus acciones.
El titular del Juzgado de Menores no considera adecuada la medida de libertad vigilada –pedida por la defensa– porque es la que tiene en la actualidad y no cumple.
El segundo acusado
La misma justificación da el juez a la hora de dictaminar el ingreso en un centro del otro menor. Sobre este, el equipo técnico asegura que también se encuentra en situación de riesgo, tanto de cometer nuevos delitos como de no comparecer en el Juzgado cuando se le cite.
No cuenta con medios de contención y control suficiente por parte de adultos y carece de empatía. Comete actos transgresores para agradar a sus compañeros, lo que ha motivado varias expulsiones del centro escolar. Asimismo, cuenta con cuatro expedientes incoados por robos y hurtos.
Libertad
Finalmente está el joven para quien se ha decretado libertad vigilada y prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la denunciante, con la que tampoco se podrá comunicar. Sobre este menor, en octubre tenía a los otros acusados entre sus amistades.
Sin embargo, desde entonces ha normalizado su situación y ha mejorado la conducta en el centro educativo al que asiste. En este caso, el equipo técnico asegura que el menor respeta los límites impuestos por su madre y que actualmente tiene una buena actitud y conducta, así como un entorno normalizado.
Por ello, dicho equipo no proponía ninguna medida pero que si se le ponía alguna, que fuera una orden de alejamiento dentro de la libertad vigilada.
La abogada defensora decía que lo declarado por la víctima no concuerda con la realidad de lo sucedido. Uno de los aspectos sería que es imposible porque su cliente no estaba en el lugar de los hechos en el momento en que se relatan.