Jaume Tomàs, de 78 años y vecino de Creixell, traspasó poco antes de la medianoche de ayer lunes, 10 de octubre, en el Joan XXIII de Tarragona. Complicaciones en su estado de salud provocaron que este vecino, que estaba superando un infarto grave, cerrara los ojos para siempre en una cama de hospital. Su familia confirmó ayer al Diari el deceso.
Jaume Tomàs, muy conocido y querido en Creixell, había sido protagonista en la tarde del lunes. Tras recoger a su nieto en la escuela y aparcar el coche en la calle Mossèn Jacint Verdaguer, Jaume perdió el conocimiento y fue su tardanza en entrar en casa la que alertó a sus familiares, que lo vieron desmayado en el coche.
A partir de aquí siete descargas eléctricas del desfibrilador, dos de ellas de la Policía Local y otras 5 del SEM obraron el milagro y pudieron remontar a Jaume Tomàs, que el pasado día 4 celebraba su cumpleaños.
De la calle Mossèn Jacint Verdaguer al hospital Joan XXIII y con la esperanza de que el infarto que había sufrido quedara en una advertencia. sin embargo, complicaciones complementarias al infarto provocaron que la alegría contenida de la tarde terminara en tristeza por el fallecimiento de este vecino de Creixell, muy conocido en su localidad. Descanse en paz.