Extorsionan a la dueña de un hotel de Cambrils convertido en 2018 en granja de bitcoins

Los Mossos identificaron a cinco personas y los detuvieron el viernes cuando se presentaron con un pistola en el hotel Daurada Park. El juez decretó libertad provisional para todos ellos

04 diciembre 2021 20:30 | Actualizado a 09 diciembre 2021 06:22
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Cinco personas, afincadas en las localidades de Lliria y Mislata (ambas en la provincia de Valencia) han sido acusadas de un delito de extorsión por los Mossos d’Esquadra. Los cinco, de edades que van de los 19 a los 40 años (concretamente 19, 20, 31, 36 y 40 años), fueron detenidos el viernes 2 de diciembre a las puertas del hotel Daurada Park, el resort permanentemente cerrado que saltó a la actualidad en 2018 al albergar la granja de bitcoins más grande de Catalunya. Los cinco imputados pasaron el domingo a disposición judicial y el magistrado decretó libertad con cargos para todos ellos.

La historia de esta detención se remonta a finales de noviembre, cuando la administradora del hotel cursó una denuncia a los Mossos d’Esquadra explicando que en septiembre habían recibido una extorsión por Correos y por aplicaciones de mensajería.

La ‘irregularidades’ y el silencio

Los mensajes que llegaban al hotel cambrilense eran que los supuestos estafadores tenían en su poder documentos que reflejaban irregularidades cometidas por la empresa y que a cambio de su silencio pedían 50 bitcoins. No era de extrañar esta moneda de pago sabiendo que existía una granja de criptomonedas en el aparcamiento subterráneo. Al cambio de bitcoins a euros, los estafadores pedían 2,3 millones.

Las amenazas continuaron. El siguiente paso fue el envío de fotografías de los trabajadores extraídas de las redes sociales y demostrando que sabían quién estaba trabajando en el hotel. Lo curioso del caso es que de los 50 bitcoins del primer chantaje se pasó a uno solo en esta nueva extorsión a la empresaria.

Los atacantes llevaban una pistola simulada que el vigilante de seguridad encontró en una papelera. aparentemente era real y solo con el cargador extraído se sabía que era de aire comprimido

En noviembre, un BMW aparcó en las puertas del hotel. Y del coche bajaron tres personas. Pidieron hablar con la dueña, pero no lo consiguieron. Terminaron dando un teléfono a un empleado y exigiéndole que la administradora del resort los llamara. Al no recibir respuesta, los tres sujetos enviaron un últimatum: si no se negociaba, habría un secuestro.

Atentos a presencias extrañas

La empresa avisó a los trabajadores y les alertó de estos supuestos extorsionadores. El vigilante de seguridad era uno de los que tenía información actualizada del asunto caso de divisar en el aparcamiento exterior del hotel algun coche sospechoso.

El viernes, el mismo BMW y un Mercedes aparcaron a pocos metros de la puerta del Daurada Park. Bajaron cinco personas, las tres que ya habían ‘visitado’ días antes la zona y otros dos acompañantes con un arma. 

El vigilante, conocedor del peligro, llamó de inmediato al 112 y ello propició un despliegue de Mossos y Policía Local de Cambrils. Entre las patrullas de la Policía Autonómica que se personaron en la tarde del viernes, había los agentes de la Unitat d’Investigació (UI) que habían identificado a los autores de los mensajes amenazadores y de extorsión.

Precisamente, esta identificación permitió detener a los cinco individuos y se les acusó de un delito de extorsión. En una papelera, el vigilante encontró una pistola (que posteriormente se descubrió que era simulada tras extraer el cargador y comprobar que era un arma corta de aire comprimido). El domingo, los cinco pasaron a disposición judicial y el magistrado decretó libertad con cargos.

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