Este sábado hubo una batida contra jabalíes en el entorno de la urbanización Jardins de Cunit autorizada por la Generalitat para controlar la expansión de esos animales.
La presencia de los cazadores alertó a los vecinos que denunciaron no tener un aviso del Ayuntamiento para estar precavidos por lo que llamaron a la Policía Local y explicaron que los perros corrían sueltos por las calles del núcleo y algunos cazadores descuidaban sus armas.
Más allá de la polémica de la batida realizada este fin de semana y que se suma a las que se realizan desde hace unos meses en la zona, la acción vuelve a activar el debate entre quienes reclaman la necesidad de controlar a los grupos de jabalíes y quienes critican que la solución de la administración sea la caza.
Ataques
La realidad es la gran expansión de unos animales que carecen de depredadores naturales y de alimento y agua en las montañas. Así es cada vez más habitual verles por las calles y en las playas, como en Cunit.
La proliferación de jabalíes en zonas urbanas supone un riesgo ya que son animales salvajes que no dudan en atacar si se sienten amenazados. También un peligro para la seguridad vial ya que entran en carreteras y autopistas con riesgo para la circulación como hace días en la C-31 en Cunit o incluso en la autopista C-32 por la zona.
En los últimos meses en Cunit se han realizado batidas autorizadas para cazar ejemplares ya que han incrementado su presencia atraídos por la gran cantidad basura tirada fuera de los contenedores. Según el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos, hay más de un millón de jabalíes en España y la cifra podría duplicarse en 2025.
Pero la caza no es la solución para controlar a las poblaciones, según la plataforma Defensa Animal. La bióloga Rosa Más explica que hay una hembra que controla la reproducción del grupo.
Descontrol
Esa hembra «emite feromonas que inhiben la reproducción de otras hembras». Pero «si esa matriarca es eliminada, se descontrola la reproducción del grupo. Las hembras inhibidas entran en celo y empiezan a reproducirse. Hay más hembras reproductoras, más camadas y más numerosas».
Con una pérdida de individuos en el grupo «los supervivientes hace que se reproduzcan a mayor velocidad para recuperar población» y no tienen depredadores. Una medida que rechaza la entidad son los puntos de alimentación para ser cazados. «Se fideliza a los animales» y «se acostumbran al entorno humano».
¿Superpoblación?
La bióloga añade que «no sabemos si hay superpoblación entendida como un número que el ecosistema no puede asumir. No sabemos si se trata de familias transeúntes o comunidades residentes. No sabemos si hay un grupo desequilibrado».
¿Hay alternativas? Más sugiere la opción de los cultivos barrera. En estos se plantan especies sin interés comercial pero de alimento para los jabalíes que entonces ya no van a campos agrícolas. Pero, ¿y donde la actividad agrícola es residual porque todo son urbanizaciones?
Una solución es la esterilización. De hecho la Universitat Autònoma de Barcelona ofrece campañas de para frenar el número de ejemplares con esta práctica. También están las castraciones quirúrgicas. La entidad animalista reclama sin embargo «un estudio de por qué están ahí».
Riesgos
Añade que «en ocasiones son los cazadores los que en las granjas crían a estos animales para soltarlos y cazarlos con facilidad, pues son prácticamente animales domésticos».
Las posturas de Defensa Animal son criticadas desde las asociaciones de cazadores que señalan que un descontrol incrementa riesgos de accidentes, de ataques a personas, daños en cultivos y la transmisión de enfermedades a otros animales.
Señalan que debe mantenerse un equilibrio de ejemplares ya que ahora son un problema para el medio y la seguridad.