El actual despacho de venta de billetes en la estación de tren de El Vendrell está en una desangelada y nada cómoda sala que tampoco ofrece seguridad a los usuarios.
Tampoco las marquesinas de los andenes cubren las necesidades precisamente para cubrir de lluvia y las inclemencias del tiempo a los viajeros.
Para mejorar la comodidad y atención al público, Renfe ha comenzado a construir lo que será un nuevo edificio (se llama edículo) para la venta de billetes y la ampliación de las marquesinas. Las obras tienen un coste de 1,5 millones de euros.
El nuevo edificio para la venta de billetes ha de mejorar también el flujo de entrada y salida de los viajeros con tornos y sobre todo dar mayor seguridad en una estación en la que los usuarios alertan de falta de vigilancia.
Con tornos
El edículo es de una planta con los tornos de acceso que también debe por lo menos reducir el número de viajeros sin billete y contará con paneles de información y un circuito de vigilancia.
Estará ubicado junto al edificio de la antigua estación que desde hace años es un centro cívico a excepción de la pequeña sala de espera y venta de billetes. El acceso a las vías será exclusivamente a través de ese nuevo edificio, por lo que también se busca controlar las entradas a la zona de andenes.
Por su parte las marquesinas se alargarán unos 45 metros para que haya más espacio cubierto.