El pleno del Parlament ha rechazado este jueves una moción de la CUP que reclamaba al Govern no hacer efectiva la compra de los terrenos del CRT de Vila-seca y Salou, por valor de 120 millones de euros, donde se ubicará el recinto de casinos del Hard Rock. En concreto, este punto de la moción lo rechazaron PSC, ERC, Junts, Vox, Cs y PP, y obtuvo el apoyo de la CUP y los Comuns. Tampoco prosperó el punto de no aprobar definitivamente la modificación del Plan Director Urbanístico (PDU).
La diputada cupaire Laia Estrada defendió que este proyecto «no es necesario ni beneficioso», aseguró que no está consensuado y criticó que el PDU se salte procesos de garantía medioambiental. El diputado de ERC Carles Castillo respondió que desde el Govern serán exigentes y responsables con el territorio que defienden, por lo que seguirán condicionando el proyecto del Hard Rock «al consenso territorial y el acuerdo con los agentes sociales».
Por su lado, la diputada del PSC Rosa Maria Ibarra acusó a la CUP de estar «en contra del desarrollo económico del Camp de Tarragona» porque «siempre se oponen a todas las propuestas de desarrollo de la zona». Mientras, Joan Canadell (Junts) defendió que la solución «no es para dar uso a unos terrenos de la Caixa, tal y como ha afirmado la diputada de la CUP, sino para dinamizar el territorio».
Desde Vox, Andrés Belló señaló que apoyarán el proyecto del Hard Rock «siempre que se cumplan unas condiciones» y pidió transparencia, trazabilidad y fiscalización del dinero público.
El diputado de los Comuns Marc Parés defendió una apuesta por modelos alternativos de desarrollo territorial, calificó de fallido el proyecto, y mostró el apoyo de su partido a la plataforma Aturem Hard Rock.
Joan García (Cs) pidió dejar de «dar vueltas a todo y decir que no a todo lo que suponga crecimiento económico», y reprochó a la CUP no presentar un proyecto alternativo. Por parte del PP, su líder, Alejandro Fernández, argumentó el voto en contra de su grupo por motivos económicos y sociales, destacando que, si fuera por la CUP, PortAventura «no existiría», y cuestionando que quieran mezclar este proyecto con la ludopatía.