El puente del 1 de noviembre ha sido históricamente el último coletazo de la temporada para el sector turístico de la Costa Daurada. Una fecha lejos de los meses de verano que, sin embargo, cada vez gana más peso para los alojamientos y todas las actividades derivadas. En la última década, la celebración de Halloween se ha convertido en una campaña crucial para muchos negocios turísticos del territorio, que permite desestacionalizar la temporada con un público eminentemente familiar.
«Ya hace unos años que notamos que las temporadas se están alargando hacia el final, gracias en parte a la buena climatología y a los precios más reducidos de esta época», reconoce el portavoz de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de la província de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià. Un factor clave que señalan los empresarios del alojamiento para mantener ocupaciones en otoño es Halloween. «Siguiendo la línea que empezó PortAventura, cada vez más hoteles y campings celebran Halloween, que es una campaña que da buenos frutos», señala Guardià.
Xavier Guardià (FEHT): «Estos días se junta el cliente internacional que todavía tiene vacaciones con el de proximidad en fines de semana y puentes»
En este sentido, desde la FEHT prevén unas ocupaciones de alrededor del 70% para los días de este puente de Todos los Santos. Una época en la que disminuye la actividad, pero todavía se mantienen abiertos alrededor del 60% de apartamentos, hoteles y campinfs de la Costa Daurada. Una cifra que, tras el puente, se reducirá de forma significativa. «Si haces las cuentas, al final acabamos cerrando tan solo dos o tres meses que sirven para hacer vacaciones y también acometer reformas en los alojamientos. Eso dice mucho respecto a nuestro destino», subraya Guardià.
Sobre el origen del visitante en esta época del año, Guardià explica que «se juntan dos tipos de cliente. Por un lado, el internacional que todavía tiene vacaciones, principalmente británico y francés, pero también holandés y alemán senior en los campings. Por el otro, en puentes y fines de semana se reciben visitantes de proximidad».
Por su parte, David García, director de PortAventura World, explica que es pronto para hacer una valoración definitiva, ya que la campaña de Halloween termina a mediados de noviembre, pero adelanta que, a día de hoy, los datos ya indican que «estamos por encima de las expectativas previstas» en cuanto a visitantes.
David García (PortAventura World): «Los datos indican que estamos por encima de las previsiones de visitantes»
García afirma también que Halloween es una de las campañas claves que les permite desestacionalizar la temporada de verano y antes de la campaña de Navidad, que empieza el próximo 18 de noviembre. En este sentido, el resort de Vila-seca y Salou ha ampliado este año su apuesta por los meses de otoño, enlazando ambas celebraciones y abriendo por primera vez todos los días de octubre y noviembre.
Siguiendo la estela del parque temático, el sector turístico y también los ayuntamientos ponen cada vez más esfuerzos en dinamizar esta fiesta. Ejemplo de ello es la celebración del Salouween, una campaña que arrancó el año pasado el Ayuntamiento de Salou. Alrededor de 30.000 personas, según cálculos del consistorio, podrían visitar este año la ciudad a raíz de esta iniciativa.
Pere Granados, alcalde de Salou: «La actividad en las calles es de gran impacto y atrae a público de todas las edades»
«En estas fechas, ya fuera de temporada, podemos decir que nuestro municipio se convierte en un verdadero foco de atracción, puesto que la programación festiva y la actividad en las calles es de gran impacto y atrae a público de todas las edades, especialmente de pueblos y ciudades de nuestro alrededor», destaca el alcalde, Pere Granados.
Los restauradores de Cambrils
Por el contrario, desde otros sectores como los restauradores de Cambrils enfrían esta euforia que vive la costa en temporada de Halloween. Para el presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Cambrils, Xavi Martí, en la localidad «no ha habido un gran impacto». Según detalla, el hecho de que no haya ningún evento importante programado hace que el número de reservas sea «menor al que seguramente viven localidades vecinas».