El equipo de gobierno de Creixell cesó este jueves a la concejal del partido municipalista Units per Creixell FIC, Pilar Romero. Con esta decisión, el gobierno local queda en minoría con 5 concejales (PSC, PP, Junts y ERC) de los 11 que hay en el consistorio.
Según detalló ayer la alcaldesa de la localidad al Diari de Tarragona, Montse Muñoz, los motivos que hay tras esta decisión son «la imposibilidad de trabajar con ella y la falta de consenso en la toma de decisiones estratégicas para Creixell».
Muñoz explicó que el miércoles pasado tuvieron una reunión con la concejal donde, tras meses de diferencias políticas, se le pidió la dimisión. Ante su negativa, finalmente fue cesada el jueves.
y diálogo a la hora de trabajar, los detonantes de la cesión de Romero
Con la expulsión del gobierno de Romero, el equipo liderado por Montse Muñoz ha repartido sus 4 concejalías (Ensenyament, Joventut, Protecció Animal y Festes) entre el resto de miembros del gobierno local y ella ha pasado a la oposición con los concejales no adscritos, Valents per Creixell y Som Creixell.
No todo es aceptable
En un escrito publicado a las redes sociales ayer sábado, Pilar Romero aseguraba que «sus formas de trabajar y de ser son totalmente incompatibles con las suyas; que se basan en la imposición, la represión, el desprecio y un sentimiento de superioridad hacia la gente».
En dicho post, afirmaba también que se sintió «criticada y juzgada cada decisión que tomaba y que se le que imponía aquello que podía decir y opinar».
Según Pilar Romero, «el gobierno de Creixell no es un gobierno plural con varias opiniones, sino de una imposición única. Y como que no acaté esta situación, me censuraban y apartaban». Antes de terminar, Romero escribió que «soy política, sí, pero sobre todo soy persona. Para mí, no todo es aceptable».