Simó Gras i Solé empezó esta madrugada del viernes su andadura política oficial encabezando la lista de Junts per per Mont-roig Miami (JxCat). Lo hizo con energía positiva y colgando de madrugada un vídeo en redes sociales en el que su vocación religiosa y su tarannà traslucen en este primer discurso de campaña electoral en el que promulga «Recuperem la il·lusió».
Palabras como «amabilidad», «generosidad», «campaña limpia, que no ridiculice a nadie», «de tot cor»... son vocablos y frases que vistieron el primer mensaje del candidato, que hasta hace poco oficiaba misas en Montblanc y en otra docena de municipios.
Simó Gras ha cambiado el alzacuellos y la sotana por la camisa con el botón desabrochado y la americana desabrochada. Ha dejado los sermones por los discursos, aunque con un tono pacificador muy marcado. Y ha convertido su opinión política personal (reflejada en su perfil de redes sociales) en una puesta en escena de cara a los comicios del 28M.
Fue el portavoz del Arzobispado, moderador de la curia y canciller. Su adiós se materializó dos años después de que el arzobispo Joan Planellas lo eligiera para los cargos.
Gras ha declinado hablar de él mismo una vez el foco mediático ha relacionado al candidato de JxCat con su pasado religioso. Gras ha cerrado filas con sus compañeros de candidatura para hablar de proyectos e ideas para Mont-roig y Miami Platja y dejar al margen el interés mediático que pueda generar su figura tras vivir una etapa eclesiástica notoria.
Simó Gras es vecino de Mont-roig del Camp y tiene 44 años de edad. En su localidad, todo el mundo que le conoce sabe de su vocación pastoral y de su pasado. Ha sido párroco en Montblanc (Conca de Barberà) y en una docena de municipios más, y sobresaltó la renuncia de sus cargos dentro del Arzobispado en julio de 2022. Fue en 2020 el portavoz de la institución, moderador de la curia y canciller. Su adiós se materializó dos años después de que el arzobispo Joan Planellas lo eligiera para los cargos. Y no fue por una crisis de fe, según han confirmado fuentes conocedoras de Gras al rotativo. Sus razones tendría.
La renuncia tuvo gran eco mediático dentro de la curia y en los medios vinculados a los temas religiosos. Pero fuera de ellos, fue un acto que pasó de puntillas... hasta ahora.
El pasado 24 de marzo, Junts per Mont-roig Miami se presentaba oficialmente. Al frente de la candidatura se daba a conocer a Simó Gras y con ello los primeros chismorreos afloraron en la calle. Rumores, algunos maliciosos, en los que se justificaba su primer puesto en JxCat por haber sido rechazado en otras formaciones con posibilidades de ganar los comicios. Lo único cierto de todo ello es que Gras recibió propuestas de varias formaciones, pero la única que escuchó era la que iba de la mano de sus ideales políticos.
Simó Gras es profesor y ejerce. Su etapa religiosa se ha cerrado hace diez meses. Quien lo conoce asegura que es su verdadera vocación, la educación, y que la política será otra etapa más en su vida.
Quiere ser el alcalde de Mont-roig, es cierto, pero no es ninguna obsesión, simplemente una ilusión como proclama en sus mensajes. Muchos han puesto fe en él. Falta saber si serán suficientes devotos para lograr su propósito, la Alcaldía de su pueblo natal.