El Pere Segura del cómic tiene el pelo azul, una dentadura blanca y brillante y una barba dibujada con rayas verticales. En la vida real, su cara tiene más arrugas y contracciones de las que desearía en el día a día dentro de su despacho de la Alcaldía de Vila-seca.
El personaje del cómic es imaginación sin límites, un chaval de edad indeterminada que disfruta como un niño. En esta ocasión encima de una bici. Y los 700 ejemplares de este libro titulado En Pere i la màgia del Pump Track va destinado precisamente a los adolescentes de la ciudad. «Un público que no vota», subraya Pere Segura para explicar la singular iniciativa.
La parada se instalará en el Castell de Vila-seca, el corazón de los actos de Sant Jordi de la ciudad el domingo. Será allí donde su la formación política que encabeza, Vila-seca Segura (tiene más nombre de empresa de alarmas que de partido político), pondrá su stand de precampaña con los cómics en primera fila y los candidatos detrás de la mesa.
Otros partidos de Vila-seca tendrán otros productos, otro mensaje en una jornada dominical cuyo protagonismo será la lectura y la fragancia de las rosas.
Algunos vecinos de Vila-seca dirán (después de leer este artículo o el mismo domingo en los aledaños del Castell) que Segura es un alcalde de dibujos animados, aunque el apodo le pertenece por méritos propios a otro político que en el pasado fue un jugadorazo de fútbol: Romario de Souza Faria.
Otros vecinos y seguramente los contrincantes aprovecharán para llamarle «cuentista» jugando con todas las connotaciones de la palabra, tanto desde la vertiente positiva como de la negativa.
Con sus cuatro años de alcalde y otros tantos de concejal, las críticas le resbalan en esta camiseta ajustada del mismo color azul que su pelo ondulado que dibuja la portada del libro para colorear en sus páginas interiores.
Segunda edición
Su apuesta por un cómic empezó en 2019, su primera campaña como alcaldable de Vila-seca. La primera vez que la sombra omnipresente de Josep Poblet tenía un resquicio de luz para su delfín en política municipal.
Entonces el cómic que regalaba Pere Segura hace una legislatura era otro personaje, un caballero (como Sant Jordi) con una defensa a ultranza de los valores que pretendía para su ciudad, a la que aspiraba por primera vez a la Alcaldía.
Esta vez es un younger con una bici molona que circulará por un recorrido ondulado (baches) y que viaja al futuro para ver las ideas que se proyectan en la ciudad y otras que todavía no están ni en el cajón de las promesas sin fecha.
¿Y qué narices es un Pump Track? Segura sonríe al otro lado del teléfono. Sugiere que busquemos la palabreja en Internet y que veamos como esta forma de diversión en bici se está convirtiendo en una moda por toda Europa.
Segura es un gran conocedor de las redes sociales, y en ellas transmite su forma de pensar. Sin más filtros que los que él mismo se impone. Alcanza un público diferente, más en su onda, y consigue cambiar las reglas del juego de una precampaña electoral de la que casi todos estamos muy hartos.
Luego está el Pere Segura versión oficial. Cuando se pone el traje, corbata incluida, y cambia a rictus de seriedad para estar en un pleno, atender una visita oficial o inaugurar algo material.
Pero cuando se quita el lazo del cuello, sus zapatillas deportivas se mueven solas. Es el personaje del cómic y el que intenta cambiar un Ayuntamiento donde el protocolo de su antecesor es todavía una tabla de mandamientos esculpidos en piedra. Ya veremos si esta vez Pere Segura supera el circuito de pump track sin caerse de la bici (el 28 de mayo).
