El Baix Penedès pagará para entrar en Barcelona

El nuevo peaje de congestión castiga a la comarca que no ve mejoras en su transporte público

30 septiembre 2019 14:26 | Actualizado a 30 septiembre 2019 14:35
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El Baix Penedès vuelve a sentirse ninguneado en las decisiones sobre movilidad que toma el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para el transporte en el ámbito de influencia de la capital catalana.

La AMB propone lo que se denomina peaje de congestión, que es una barrera urbana para acceder en coche a Barcelona con el argumento de evitar la contaminación de la circulación rodada.

Esos peajes estarían operativos los laborables de 7.00 a 20.00. El resto de horas y los fines de semana sería gratuito circular por esas vías de alta capacidad.  La AMB considera que las tarifas deberían encarecerse en hora punta y rebajarse con menos circulación, teniendo en cuenta los niveles de contaminación.

Restricción
Son los mismos horarios que las zonas de bajas emisiones de la ciudad, como las rondas, en las que quedará prohibida la circulación a los coches más contaminantes (los que carecen de etiqueta ambiental) a partir del 1 de enero de 2020. Pero los peajes de congestión son para todos los vehículos.

La medida afectará a miles de ciudadanos del Baix Penedès, que se desplazan a diario a Barcelona, ya que una de esas barreras será la de la AP-7 en Martorell, que pertenece al Gobierno Central y cuya concesión finaliza en 2021. Con la medida se mantendrá el pago.  La AMB contempla esos peajes en otras vías ahora gratuitas como la A-2 desde el Baix Llobregat, la C-58 y la C-17 desde el Vallès. El argumento es reducir el uso del vehículo privado y potenciar el transporte público.

Recaudación
La recaudación de esos peajes, que tendrían un precio similar al actual, tiene el objetivo de destinarse a la mejora del transporte público y a la movilidad sostenible. Podrían recaudarse 350 millones al año.

Pero en el Baix Penedès recelan. Nadie ha presentado la propuesta a la comarca, que pese no formar parte de la AMB, está en la dinámica de movilidad de la conurbación urbana, tanto para el transporte público como privado. Cualquier decisión sobre la  movilidad que se toma en Barcelona tiene repercusiones. 

En los peajes de congestión se apunta que los ciudadanos del Baix Penedès pagarán para entrar en Barcelona, pero ese dinero no se destinará a mejorar la conexión de la comarca con la ciudad por ejemplo mejorando las frecuencias de tren. Sólo se harán inversiones en la ciudad que pagarán los vecinos del Baix Penedès.

Fines de semana
En cambio durante los fines de semana los coches de la capital podrán llegar gratis a la comarca. Si bien puede beneficiar a la hostelería, no se tiene en cuenta, en la misma reflexión de reducir la contaminación, que las emisiones se incrementarán en el Baix Penedès de forma gratuita.

Además, la ciudad no tiene la red de transporte público preparada para los miles de personas que deberán dejar su coche fuera de la ciudad, ni hay aparcamientos disuasorios suficientes.

Críticos con el modelo destacan que esos peajes urbanos benefician a quien puede pagar, en lo que es una especie de ‘derecho a contaminar’ y quien tiene menos recursos debe recurrir a un transporte público que ahora es de mala calidad.

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