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El Ayuntamiento de Barcelona mantendrá la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y las multas a los vehículos que accedan a ella sin tener autorización, pese a que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha anulado la ZBE que prohíbe el acceso a los coches más contaminantes a las calles delimitadas por las rondas de la ciudad.
El ayuntamiento barcelonés dice que la ZBE sigue vigente al considerar que la sentencia del TSJC que anula la ordenanza es recurrible. El consistorio estudia un recurso de casación ante el Tribunal .
El Ayuntamiento tendrá una reunión con el resto de municipios con ZBE, con el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) y con la Generalitat para analizar la situación que se abre.
La instauración de la ZBE en 2019 levantó quejas en los propietarios de vehículos que se veían privados de poder acceder a la ciudad en coche. También en zonas como el Baix Penedès, donde miles de vecinos deben desplazarse a diario a la capital por motivos laborales, criticaron la medida ya que no hay un transporte rápido y efectivo para ese desplazamiento.
Un alivio efímero
La noticia de la anulación de la ZBE por parte del Tribunal Superior fue recibida con alivio en el Baix Penedès. Sin embargo el Ayuntamiento de Barcelona señala que nada cambia. Considera que sigue efectiva y que se mantienen las sanciones a quienes accedan sin la necesaria autorización que da un coche no contaminante.
Barcelona argumenta que la ZBE sigue directrices europeas para proteger la salud de las personas por la calidad del aire y que los tribunales europeos señalan que se están incumpliendo los objetivos.
Recuerda que la Ley del Cambio Climático estatal obliga a crear zonas de bajas emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes a partir del año que viene y para los de más de 20.000 habitantes en 2025.
Penedès Marítim, que conjunta a entidades empresariales y ayuntamientos del Baix Penedès y Garraf, y la Plataforma per la Mobilitat del Baix Penedès se unieron a la Plataforma per la Mobilitat Lliure para pedir levantar esas restricciones que afectan a miles de vecinos que a diario deben acceder a la capital.
Señalaron el impacto directo en el Baix Penedès «sin alternativas seguras y efectivas» para la obligada movilidad. La alternativa del tren para acceder a la metrópolis no es efectiva.
El RACC ya alertó de que los trenes que llegan a la Ciudad Condal desde el Baix Penedès están al límite de su capacidad en horas punta y Renfe señaló que es difícil aumentar las frecuencias ya que las entradas a Barcelona están muy colapsadas.
Más allá de la dificultad de desplazamiento está el castigo económico que supone la posibilidad de adquirir un coche que pueda acceder a la ZBE. Recuerdan que los vecinos de comarcas como el Baix Penedès no disponen de red de metro y autobús que tienen los ciudadanos de Barcelona y que necesitan vehículo privado.