El pasado año se confirmó la presencia de la garrapata Hyalomma lusitanicum en 30 municipios del área de Barcelona y en Bellvei, pero se sospechaba que se habría extendido a otros municipios del Baix Penedès.
Era la primera vez que se detectaba en Catalunya y se encendieron las alarmas.
La preocupación es por una posible rápida expansión y porque su picadura puede provocar la enfermedad de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, que puede resultar muy grave por un cuadro hemorrágico grave que puede llegar a mortal.
El catedrático de Parasitología Animal de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, Agustín Estrada-Peña, que fue la entidad que localizó la presencia del insecto en 2022 explicó al Diari que la proliferación de esta garrapata es entre otras causas por la cada vez más masiva presencia de jabalíes y conejos, hospedadores del insecto.
Nuevo estudio
Ahora un nuevo estudio del investigador Agustín Estrada-Peña, de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Agroalimentario de Aragón descarta la presencia de virus patógenos para humanos en las garrapatas Hyalomma lusitanicum.
Habría una baja prevalencia o quizás la ausencia de virus patógenos para humanos en este tipo de garrapata. La Universidad de Zaragoza, en este estudio de los virus existentes por garrapatas Hyalomma lusitanicum se han detectado cuatro virus de artópodos, sin importancia sanitaria humana o animal.
No obstante la proliferación de garrapatas preocupa ya que aparecen un mes antes de lo que era habitual y que era en primavera y el riesgo que suponen.
Inviernos más cortos
El aumento de las temperaturas por el calentamiento global con inviernos más cortos y el acercamiento de especies de animales a las áreas urbanas como jabalíes y conejos, que son los principales hospedadores, favorece esa expansión.
Como medida de prevención hay que ir bien cubierto de piernas y brazos, además de usar repelentes al ir por zonas rurales y boscosas con matorrales donde las garrapatas esperan para saltar.
En caso de detectar una en el cuerpo hay que quitarla pero sin romper al insecto ya que inocularía el veneno en el cuerpo. Hay que retirarla con unas pinzas sin fracturarla.
