La investigación comenzó el pasado febrero tras la información que recibieron los Mossos d’Esquadra sobre una posible plantación de marihuana en una casa unifamiliar de Cunit.
Los mossos concluyeron que había otra plantación similar en Vacarisses (Vallès Occidental). Ambas plantaciones estaban controladas por un grupo criminal liderado por un ciudadano italiano propietario de una asociación cannabica en Barcelona donde se vendía la marihuana.
El grupo operaba desde la localidad del Baix Penedès. La investigación determinó que tras las plantaciones había una banda muy bien organizada y profesionalizada dedicada al cultivo intensivo de marihuana.
Nivel de vida
Los agentes localizaron el domicilio del líder de la banda en Vallromanes. Llevaba un elevado nivel de vida. Su vivienda está valorada en 1,5 millones y tiene ocho coches. Junto a su domicilio hay una finca también gestionada por los investigados en la que hay una plantación interior de marihuana.
Una vez ubicado al grupo y sus plantaciones, la Unidad de investigación de los Mossos de El Vendrell desplegó cinco entradas en cuatro viviendas unifamiliares, entre las que está la del líder de la banda.
En las entradas se han podido intervenir 2.300 plantas en dos cultivos interiores en pleno funcionamiento en Cunit y en Vacarisses, además de 2,5 kilos de marihuana en la asociación cannabica de Barcelona y otro kilo de la droga en casa del jefe del grupo en Vacarisses.
Un millón
El total de la droga intervenida son 156 kilos, que en el mercado ilegal podría tener un valor de un millón de euros. También se han intervenido 5.000 euros en efectivo, relojes de lujo valorados en 72.000 euros y gran cantidad de joyas.
El operativo policial ha permitido la detención de 8 hombres y de una mujer de entre 29 y 47 años como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de dogas y fraude en el fluido eléctrico ya que tenían la luz pinchada.
Parte de los detenidos eran los jardineros de los cultivos. Otros eran los encargados de la logística, el tráfico del material y la venta de la droga a la asociación. Los detenidos ya tenían una trayectoria policial en el cultivo de drogas. Tras pasar a disposición de los juzgados de Barcelona, Terrassa y Granollers, quedaron en libertad con cargos.