Este viernes a las nueve de la mañana se ha puesto en marcha la nueva zona naranja de aparcamientos de pago en todo el barrio marítimo de Cunit. Son 2.200 plazas que se han desplegado a lo largo de los 2,5 kilómetros de playa que tiene el municipio, desde el confín de Cubelles hasta Calafell.
Después de las conversaciones con los vecinos empadronados y aquellos que tienen segundas residencias, se han establecido diferentes abonos con precios económicos por temporada, mes o semana, mientras que los visitantes pueden pagar por minutos o por franjas horarias. La zona naranja quiere acabar con los problemas de movilidad, los problemas para estacionar y la “situación crítica” que, sobre todo en verano, se producía en el barrio marítimo.
“Todo está funcionando con normalidad”, ha explicado el regidor de Seguretat Ciutadana de Cunit, Xavier Lorenzo, este viernes por la mañana. La propuesta inicial de hacer una “prueba piloto” de la zona naranja de aparcamiento estos días de Semana Santa no encajaba con las condiciones del contrato adjudicado, se tendría que haber hecho fuera de este periodo festivo, y se ha descartado. Por lo tanto, entra en vigor este Viernes Santo sin periodo de carencia. Si no se paga, habrá sanciones.
La zona naranja se quería poner en marcha el verano pasado, pero “los trámites administrativos” lo retrasaron. “Es la primera vez que se pone una zona de pago en Cunit”, y Lorenzo reconoce que causó desazón entre los vecinos.
Después de varias conversaciones sobre el funcionamiento, se acordaron “unos forfaits” adecuados “a las casuísticas” de los residentes y vecinos. Las tarifas son de 0,30 euros cada día para los vecinos de fuera de la zona de la playa, un abono de 10 euros para toda la temporada para los residentes, y precios de 20 euros semanales, 50 euros mensuales o 70 euros para toda la temporada para los vecinos de segunda residencia. Los visitantes podrán pagar por minutos de estancia o también por franjas horarias, 6 euros por la mañana o 6 por la tarde, o 10 euros todo el día.
La medida quiere acabar con los problemas de circulación y movilidad que se estaban sufriendo. En verano, Cunit, y también sus municipios vecinos, triplican la población y el número de visitantes. “Nos encontrabamos con que no había rotación de aparcamiento y era casi imposible estacionar”, apunta Lorenzo. Eran muchos los vehículos “dando vueltas” por las calles del barrio marítimo a todas horas. Además, se producía un efecto disuasivo porque en el resto de municipios entre Sitges y Calafell el aparcamiento es de pago en la playa y esto llevaba más bañistas y más vehículos a la zona de playas de Cunit.
El Ayuntamiento también ha ordenado los aparcamientos de los dos solares cercanos a la avenida de la Font donde se puede aparcar de forma gratuita, y dónde hay unas 300 plazas más.