Cuando se acerca la verbena de Sant Joan son muchos los que comienzan a lanzar petardos. Es una costumbre que genera quejas entre quienes detestan esos ruidos inesperados.
El Ayuntamiento de Cunit pide a los vecinos que no lancen petardos antes de la verbena «como gesto de civismo y como señal de respeto a los colectivos con sensibilidades especiales, personas mayores y a los animales de compañía».
Es la polémica de cada año entre quienes quieren anticipar la fiesta antes de la verbena y los que defienden que las explosiones tienen efectos nocivos para muchas personas.
Afectación
Quienes critican lanzar petardos, por lo menos fuera de la noche de Sant Joan, señalan que el ruido afecta gravemente a personas de edad avanzada, con déficit cognitivo, quienes sufren enfermedades mentales, bebés y niños con hipersensibilidad al sonido o hiperacusia.
Por su parte el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) explica que los animales son mucho más sensibles a los sonidos que los seres humanos.
El oído del perro es cuatro veces más sensible que el del hombre. En el caso de los gatos, su oído es todavía más desarrollado, con una sensibilidad acústica superior, por lo que están más afectados la contaminación acústica provocada por la pirotecnia.
Un espacio y un horario
El pasado año el Ayuntamiento de Cunit habilitó un solar para que los vecinos puedan lanzar petardos con seguridad y sin riesgos.
Fue delante la estación de tren entre la avenida Tarragona, la avenida de la Font y la calle de L’Estació. Además sólo está autorizado lanzar pirotecnia el 23 de junio de 20.00 a una de la madrugada del 24 de junio y en los puntos donde no esté prohibido.
Sin embargo el COVB señala que normalmente la regulación se incumple porque no hay una vigilancia estricta