Estuvieron enamorados durante una vida entera, pero nunca pudieron sellar este compromiso mediante un matrimonio oficial, como mandaba la época. Pau Casals y Francesca Vidal vivieron una historia de amor que traspasó fronteras y que, incluso, se mantuvo tras la muerte de Vidal mediante un rito que los casó espiritualmente gracias a la intervención de un sacerdote que ofició un rito poco habitual por aquel entonces. De cualquier forma, Pau Casals y Francesca Vidal debían estar juntos para siempre y, en cierto modo, así acabó siendo.
Esta es una de las grandes historias que se esconden tras uno de los artistas más importantes del siglo XX, un Pau Casals que nunca pudo decir en voz alta cuál era su verdadero amor, pese a que era vox populi por aquel entonces.
La gran piedra que se interponía en el amor de ambos era que Casals estaba unido en matrimonio con Susan Metcalfe. Esta relación se empezó a romper cuando Francesca Vidal se quedó viuda. Entonces, el violonchelista nacido en El Vendrell, entendió que el amor de su vida no era otro que Vidal.
Franco y el regreso de Casals
La defensa de la paz, la democracia, la libertad y los derechos humanos fue uno de los rasgos más relevantes de la vida de un Casals que falleció en el 1973 a la edad de 96 años.
Republicano confeso, abandonó España para trasladarse a San Juan de Puerto Rico, donde sus abuelos maternos, también catalanes, habían ido a trabajar.
Con 69 años, en el 1955, regresó por última vez a España. Lo hizo para dar sepultura a la que fue su compañera de vida, una Francisca Vidal que nunca pudo presumir de ser la esposa de Casals, aunque su corazón siempre estuvo ligado a ella.
El vendrellense falleció en San Juan de Puerto Rico tras una ida llena de éxitos profesionales y, pese a que su muerte fecha e el año 1973, no fue hasta el 1979 cuando sus restos fueron trasladados a El Vendrell, coincidiendo con el regreso de las instituciones democráticas a Catalunya.