Baix Penedès y Garraf exigen la gratuidad de la autopista C-32 entre Barcelona y El Vendrell, tanto para el peaje de los túneles como el de la barrera de Cubelles. La exigencia es para quienes hagan un trayecto de ida y vuelta entre una misma entrada y salida en 24 horas.
El incremento del peaje desde el 1 de enero en un 7,3% ha sido el detonante para que Baix Penedès y Garraf se planten y requieran la gratuidad.
Para ello anuncian movilizaciones. La primera para este domingo con una marcha lenta entre Vilanova y Sitges por la C-32. En caso de no tener respuesta rápida por parte de la Generalitat, las movilizaciones se trasladarán a Barcelona.
La reivindicación la defienden los ayuntamientos de la zona, además de la patronal de la Federació Empresarial del Penedès (FEGP), la Universitat Politècnica de Catalunya, con sede en Vilanova, el Consorci Sanitari del Penedès Garraf y sindicatos como UGT y CCOO además de colectivos como la Xarxa per la Mobilitat del Penedès.
El precio del peaje es un castigo para los usuarios que a diario deben usar la C-32 por motivos laborales entre el área metropolitana de Barcelona y el Garraf y el Penedès. El peaje ida y vuelta entre Barcelona y Calafell cuesta 25 euros.
El coste de ese peaje, además de penalizar a quienes deben usar la C-32 para una movilidad rápida y segura ya que la carretera C-31 no es una alternativa válida, supone una barrera para la dinamización económica de la zona.
Empresarios
La presidenta de la FEGP, que agrupa a un millar de empresas, Neus Lloveras, señala que la dificultad de la movilidad afecta a la competitividad para la llegada de empresas, para las ya instaladas e incluso para encontrar personal.
Un argumento en el que coincide el Consorci Sanitari del Penedès Garraf que explica que los peajes dificultan que haya personal de medicina y enfermería que escoja ir a trabajar a los centros médicos de la zona frente a la competencia con los de Barcelona.
Por su parte Marisa Zaragoza, directora de la Universitat Politècnica de Catalunay (UPC) de Vilanova, explica que en el centro estudian 1.600 alumnos de los que un 70% proceden de fiera de la zona. Hay que añadir 200 profesores, 60 personal administrativo para los que el precio del peaje supone un elevado coste mensual.
Agravio
La demanda del Penedès y del Garraf no pide más que lo que ya sucede en otras zonas de Catalunya. El alcalde de Cunit, Jaume Casañas, explica que esas medidas se aplican en el túnel del Cadí para los habitantes del Alt Urgell, Cerdanya y Berguedà o los de la Garrotxa, Osona, Bages y Vallès Oriental que tienen gratuidad en la C-37, C-17 o la C-16 con peaje en la sombra (pagado vía presupuestos de la Generalitat).
De momento ya se ha anunciado una movilización en forma de marcha lenta que saldrá el domingo (17.00) del aparcamiento del supermercado Leroy Merlin de Vilanova para llegar a Sitges. Los convocantes avisan que «no parearemos hasta lograrlo».
Los impulsores de la movilización explican que el coste de la gratuidad de la C-32 sería de entre 10 y 15 millones de euros y recuerdan que el rescate del Eje Transversal ha supuesto unos 450 millones para las arcas públicas. Añaden que el final de la concesión de la C-32 acaba en 2039 y que Penedès y Garraf no pueden esperar tanto ya que el peaje afecta a su competitividad, oportunidades y población.
La demanda recuerda que el transporte público que llega a la zona es insuficiente, como desde 30 años, y con un sistema tarifario por zonas del área de Barcelona que también castiga al bolsillo de los usuarios.
La conexión entre Barcelona y Penedès por la costa carece de una alternativa rápida y segura. La carretera C-31 no es válida. «Lo que la Generalitat es una vía de la red principal de carreteras para nosotros es una calle», lamentan. Además de la peligrosidad de las costas del Garraf.
La Generalitat ha anunciado que a partir del 2 de marzo el tramo entre Cubelles y El Vendrell de la C-32 será gratuito y que aplicará descuentos en las barreras de Cubelles y de los túneles del Garraf del 10%. Pero esa medida es insuficiente para la zona, además de señalar que las bonificaciones quedan en casi nada (en un 2%) debido al incremento del precio de la autopista un 7,3%.
La C-32 es la base de la movilidad en Garraf y Penedès. La representante de la Xarxa per la Mobilitat del Penedès, Sonia Mirambell, recordó que hace tres décadas la autopista supuso un impulso para la actividad turística de la zona. «Pero las cosas han cambiado. Baix Penedès es la comarca que más crece» y los residentes se ven penalizados por la autopista.
Sindicatos
El sindicato CCOO señala que no hay alternativa a la C-32 y es un problema de competitividad, a lo que añade la falta de transporte público. Coincide UGT que considera que la zona está olvidada y que el precio de los peajes recorta oportunidades frente a otras comarcas.
Ese «agravio discriminatorio dura muchos años» y añaden que «el Govern no ha de tratar los territorios del mismo país con políticas de movilidad tan desiguales» explican los convocantes de la movilización.
«Desde los municipios se ha mantenido siempre una actitud proactiva para buscar una solución a la problemática de los peajes, pero desde el territorio lamentamos no tener ninguna respuesta ni solución estructural a los problemas de movilidad y los municipios decimos basta».