El río que atraviesa la playa de Coma-ruga es uno de los atractivos del litoral en la zona con usuarios durante todo el año. Su temperatura constante y sus aguas con propiedades mineromedicinales hace que personas de todas las edades acudan a tomar baños.
Para facilitar su uso, el Ayuntamiento ha encargado la redacción de un proyecto que contempla desde crear zonas de sombra con pérgolas en el entorno a facilitar los accesos a personas con movilidad reducida y acondicionar áreas de reposo.
El proyecto contempla crear tres áreas diferenciadas en todo el cauce desde que brota el agua hasta que llega al mar recorriendo la playa. Además, pretende potenciar la difusión de la zona a nivel turístico y mejorando la cartelería, incluso en braille, que explique las cualidades e historia de ese río.
Para mejorar la accesibilidad se contempla colocar barandillas, suelo antideslizante y escaleras, así como eliminar accesos peligrosos, facilitar la aproximación de sillas de ruedas, la retirada de piedras con bordes afilados y evitar zonas irregulares para crear superficies uniformes, lo que también debe facilitar la limpieza. Esa intervención se centra junto a la salida de la que brota el agua a la playa y hasta el segundo puente.
En la piscina que el riachuelo crea en su camino al mar se centrarán las actividades deportivas de salud y para las familias. En el entorno se colocarán áreas de descanso y de sombra. Entre el segundo puente el mar se esponjará la arena.
El proyecto también contempla una pretendida recuperación ambiental remplazando la vegetación invasora que crece en torno a la lengua de agua por otra autóctona. En este punto se explica que las palmeras que hay junto al ‘riuet’, como se conoce en la zona, serán eliminadas.
La concejal de playas, Bárbara Peris, explica que algunas palmeras, además de no ser especies autóctonas, presentan riesgo de caída por lo que deben retirarse. En su lugar se plantarán especies típicas de un ecosistema de playa como los tamariscos.
A lo largo del litoral de Coma-ruga y Sant Salvador ya se ha retirado palmeras que tenían riesgo de caída por efecto de los temporales y el Ayuntamiento señaló que se remplazarían por vegetación típica de un ecosistema costero.
El planteamiento de retirar las palmeras junto al riuet ha levantado quejas entre los vecinos de la zona que consideran que son un elemento identificativo del entorno de esa lengua de agua.
La pretendida intervención ambiental también deberá ser seguida por grupos conservacionistas para que no afecte a la riqueza ambiental y a que uno de los objetivos es empedrar la actual zona cubierta de hierbas entre el muro y el ‘riuet’.
El proyecto debe contemplar además la retirada de dos canalizaciones de agua pluvial que llegan hasta a la zona desde la carretera N-340 y desde la urbanización de Masos de Coma-ruga.