El Varadero del Club Nàutic Cambrils fue este domingo por la noche el escenario de lujo para la primera edición del festival de verano ArtNus. Una idea dirigida por el artista cambrilense David Callau que reunió a cerca de medio millar de personas. Una velada alrededor de una pasarela que aunó moda, pintura y música en una comunión única. Un evento ideado como tributo a la modista y diseñadora cambrilense Pilar Olivé Puig.
Un 18 de agosto, día marcado a fuego en todos y todas las cambrilenses, David Callau y un gran equipo de personas que colaboraron en el acto quisieron regalar a la ciudad una nueva propuesta artística. Una propuesta multidisciplinar y con el mar de nuevo como eje inspirador de todas las disciplinas. Una fuente inagotable de sensaciones para los pinceles, la voz y las agujas.
Un evento en el que de nuevo Cambrils exhibió su lado solidario. Una parada con productos de la asociación Swim for ELA creados por David Callau daba la bienvenida a todos los asistentes, junto al cuadro que el artista pintó para la entidad.
Los barcos, el faro verde y las nubes grises amenazando dibujaban la postal. El viento suave soplando en uno de los extremos del puerto premiaba a los presentes.
Una vez se acabó de esconder el sol, un grupo de niños y niñas de la Escola Cambrils estrenaron el negro lienzo que presidía la pasarela. Unos inocentes garabatos bajo el ritmo de la canción Tanca els ulls, de Txarango.
Acto seguido, comenzó el desfile y las modelos empezaron a lucir los diferentes vestidos de las colecciones creadas desde el año 2010. Alta costura que bebe del mar, de sus colores y de sus materiales. «Vestidos nobles, de tejidos generosos, de redes hechas a mano, dibujadas entre inspiraciones en horas bajas», describió la narradora.
La cantante Bita, a la voz y el piano, y David Callau, a los pinceles, tomaron después el protagonismo. Envuelto en la cálida voz de la artista, y al ritmo de clásicos inagotables como All by Myself, Total Eclipse of the Heart o Algo Contigo, Callau empezó a dar forma a su creación. Un retrato que alumbró frente a más de mil ojos. Una obra de arte en vivo tan hipnótica como su maestría con el pincel.