La situación de sequía obliga a un uso responsable del agua tanto por parte de la administración y empresas como de los particulares.
En Calafell se han vaciado y han dejado de funcionar la fuentes ornamentales, están cerradas las duchas de las playas y sólo funcionan los lavapiés y el riego de parques y jardines se ha reducido al mínimo de supervivencia.
Pero también es necesaria la responsabilidad de los particulares y el uso de las piscinas es donde se requieren más litros de agua. En una situación, además de calor extremo.
Refugio climático
La Generalitat ya determinó que Las piscinas comunitarias de vecinos, cámpings, hoteles o municipales están consideradas como refugios climáticos, por lo que podían llenarse. Pero las piscinas particulares no están consideradas como refugio climático.
Antes de verano la Generalitat decretó que las piscinas particulares que estuviesen vacían no podían llenarse y que sólo se autorizaba el rellenado parcial por perdidas por evaporación, salpicaduras o limpieza y een todo caso en las que tienen sistema de recirculación de agua.
En Calafell hay 2.500 piscinas particulares por lo que es difícil hacer un seguimiento desde el suelo
Sin embargo se han detectado incumplimientos y algunas piscinas se han llenado por completo.
Desde el aire
Para evitar esas situaciones el Ayuntamiento de Calafell usará drones para controlar que se cumple la prohibición de llenar piscinas.
Los aparatos realizarán diferentes vuelos para comprobar si se han producido cambios en la situación de las piscinas.
Las fiestas de la espuma o de colores quedan anuladas por gran cantidad de agua que necesitan
En Calafell hay 2.500 piscinas particulares por lo que es imposible realizar ese control a pie de calle.
Sin previsión de lluvias
El control en las viviendas con piscina también podría hacerse comprobando los consumos, pero desde el Ayuntamiento consideran que es «más rápido y eficaz» el uso de drones.
Otras medidas que está aplicando el Ayuntamiento para el ahorro del agua es limitar el uso para la limpieza de calles y que se procedente de pozos y no potable. También están descartados los actos festivo que requieren de gran cantidad de agua como son las fiestas de la espuma o de colores y se han cerrado las fuentes para beber que carecen de cierre automático.
El Ayuntamiento pide responsabilidad porque las previsiones no anuncian la llegada de lluvias que puedan paliar la situación de sequía.