Calafell avanza para incorporar el circo a su oferta turística más allá de que pueda instalarse una carpa algunas semanas al año. El objetivo es que es espectáculo y la historia circense esté de manera presente para dar a conocer ese arte y que los visitantes puedan vivirlo de manera directa.
El Ayuntamiento ha encargado el proyecto ejecutivo para la musealización de una Escuela de circo en el antiguo mercado municipal, que ahora acoge actividades de diferentes entidades, y un espacio expositivo en el anexo parque de la Sínia.
La adjudicataria contará con el asesoramiento del Circo Raluy Legacy que firmó un convenio con el Ayuntamiento para impulsar la iniciativa. El presupuesto de licitación es de 300.000 euros.
Todo el año
La oposición municipal ha preguntado por los detalles del proyecto ya que se pone a disposición de la empresa circense suelo y equipamiento municipal como el viejo mercado y el parque.
El alcalde Ramon Ferré explica que la apuesta es contar con nuevo un atractivo turístico que puede ofrecerse todo el año, pero los detalles deben determinarse en los proyectos que se presenten.
En el edificio del antiguo mercado habrá una escuela de circo donde podrá formarse en diferentes modalidades, pero los visitantes también podrán probar y conocer de manera directa cómo es la vida del circo. La escuela de circo dará clases y busca colaboraciones con escuelas de arte, el Institut del Teatre y la Universitat Rovira i Virgili.
Caravanas
El elemento más singular es que en el anexo parque de la Sínia se expondrán caravanas y vehículos históricos restaurados del Circo Raluy Legacy. En una de ellas podrán verse creaciones de Luís Raluy que fue famoso como el doble cañón humano o el triple salto mortal en automóvil.
En el parque, además de las caravanas habrá una pequeña carpa con un camerino, bastidores y los más de 80 vestidos de artistas hechos a mano, calzados, trajes de payasos, cartelería, fotografías, pinturas y un espacio para actuaciones, conferencias y talleres.
El alcalde explica que algunas de esas caravanas, que serán visitables, podrían acoger actividades que ayuden a dinamizar el parque. Ferré destaca que no serán actividades que sean una competencia al bar que ya hay en esa gran zona verde urbana, sino que incluso puedan ser un beneficio porque serán un polo de atracción de visitantes.
Ahora debe determinarse el desarrollo de los espacios. En todo caso se pretende un museo al aire libre que pueda ir cambiando la exposición y que cree puntos de atracción como una caravana para información turística, otra de biblioteca y otras que puedan plantearse en la licitación.
Caravana hotel
Una de las posibilidades es que haya, por lo menos en algunas fechas, una de las caravanas hotel en las que el visitante pueda pasar una noche. Además de dormir en una de esa históricas carrozas el visitante puede convivir con los artistas de circo y asistir a sus ensayos.
El plazo para la presentación de los proyectos acaba al próximo 1 de enero y el objetivo es que pudiese desarrollarse a lo largo del próximo año.
El Ayuntamiento ya firmó un acuerdon con el Circo Raluy Legacy, para impulsar la iniciativa. Con cinco generaciones, el Raluy Legacy ha sido distinguido con la Creu de Sant Jordi, el Premio Estrella de Mar, el Nacional del Circo, el Ágora, el Premi Catalunya de la Comunicació, el Ciutat de Barcelona, el Max o el Premio Faro de Oro.
Es un circo clásico con la esencia y estética de los años 30 pero con las últimas novedades en artes escénicas. La visita pretende mostrar la esencia de aquel circo de su máximo esplendor histórico cuando en la década de los años 30 competía en popularidad con el teatro y la ópera. En este sentido el espacio debe ser un expositor para mostrar la trayectoria pasada y presente del mundo del circo de un amanera que emocione al visitante.
Ese patrimonio mostrará también cómo era vida de los profesionales que en esas caravanas organizaban su vida cuando iban de ciudad a ciudad hace décadas con unos espectáculos que han cambiado mucho.
Los profesionales del Circo Raluy Legacy mostrarán esos vehículos que fueron escuela para los niños, lugar para el maquillaje y habitaciones para sumergir al visitante en el mundo del circo tal y como era en la primera mitad del siglo XX.