Es el gran homenaje a la navegación tradicional, a las gentes del mar y a las barcas que han marcado la historia de todo el litoral. Pero también la reivindicación para la conservación de la costa y de los fondos marinos, además de divulgar la pasión por la náutica.
Calafell será sede la próxima Festa de la Mar que se celebrará del 8 al 11 de junio y que hará de localidad la capital de la náutica con exhibiciones, posibilidad de navegar y la presencia de barcos históricos de hasta 20 metros de eslora como el Santa Eulàlia y el Sant Ramon.
La Festa de la Mar se celebra cada año organizada por la Federació Catalana per la Cultura i el Patrimoni Marítim i Fluvial (FCCPMF) que componen 17 asociaciones de toda la costa catalana que trabajan en la protección, conservación y difusión del patrimonio marítimo y fluvial.
En Calafell es la entidad Patí Català la que vela por ese patrimonio marítimo con la recuperación y restauración de barcas históricas, además de organizar actos en torno a la tradición náutica y la formación de antiguos oficios marineros.
La fiesta reivindica la conservación del patrimonio marítimo, del litoral y del mar
La tenacidad de la entidad ha valido para que Calafell sea sede de la próxima Festa de la Mar, que cumple su sexta edición y que espera la participación de miles de personas y la llegada de barcos procedentes de toda la costa mediterránea pero también del resto de la Península, del sur de Francia, de las islas de Cerdeña, Córcega y Malta. En total se espera la participación de unas 200 embarcaciones históricas. Clásicas y tradicionales.
La fiesta acogerá durante los cuatro días actos paralelos como festivales musicales, exposiciones, jornadas gastronómicas inspiradas en las recetas de los pescadores y otros actos.
La fiesta está pensada para todos los públicos en cuanto a edades y también con mayor o menor vinculación con el mar, ya que el objetivo es mostrar ese patrimonio y tradiciones marineras que ayuden a valorarlas y a conocer la historia.
Será un encuentro internacional para reivindicare el Mediterráneo como puente de culturas y especialmente de la vela tradicional «como legado histórico con la voluntad de enfocarlo hacia un futuro de transformación», explican los organizadores.
La Festa de la Mar, además de reivindicar esa historia de embarcaciones tradicionales que sin las entidades que velen por ellas estarían en riesgo de desaparición, aboga también por potenciar y divulgar formas de navegación sostenibles y respetuosas con el medio.