Estamos en el año 500 aC en Calafell. Los íberos se han asentado en la Ciudadela, la Ciudadela Ibérica que hoy todos conocemos en sus restos arqueológicos.
En este pequeño asentamiento portuario nos relatan la forma de vida que tenían los íberos hace tantísimos siglos y que hoy nos llega como un legado de su cultura, sus costumbres, sus ritos y tradiciones con una sociedad jerarquizada y de la que se desconocen muchísimos detalles a pesar de que hoy en día, se conserven en muy buen estado los restos que nos han llegado.
Este fin de semana y con motivo del 23º fin de semana ibérico, la Ciudadela Ibérica de Calafell ha recibido más de 250 personas venidas mayoritariamente de Barcelona y Tarragona para observar el pasado y descubrir el mundo de los íberos.
Este año dedicado a la sociedad ibérica y de los personajes de todas las clases sociales y actividades profesionales que formaban parte.
Los visitantes pudieron pasear por las calles y casas de la Ciudadela Ibérica para admirar la arquitectura, las diferentes tipologías de casas que habían dependiendo a qué clase social pertenecían, los rituales ibéricos, la artesanía y las conexiones con el mundo a través del comercio.
Además, se hicieron dos visitas guiadas, la de guerreros y campesinos y otra sobre los colores que marcan la diferencia.
Las clases sociales y los colores
Al igual que hoy en día, en la sociedad íbera existían clases: los pudientes, las clases sociales más altas y las más humildes, el pueblo. No es algo que nos hayamos inventando nosotros.
Dicha situación se recreó a través de una actividad familiar donde pequeños y mayores pudieron conocer cómo se teñían, o más bien se cubrían, de color las ropas que llevaban. Un proceso laborioso que sorprende hoy en día que conocieran cómo obtenerlos.
Durante la visita se pudo descubrir de dónde sacaban los colores, principalmente de la naturaleza: insectos, frutos, raíces de plantas, corteza de los árboles, algarrobos, caracolas de mar, entre otros. Pero también, de cómo activarlos.
El color púrpura asociado a las altas jerarquías sociales, se obtenía a través de los pulmones de los animales de las caracolas; así que imaginemos cuán de costoso podía llegar a ser este recurso. De hecho, este color hoy en día lo podríamos atribuir a emperadores, senadores, cónsules, inclusive a los estamentos más altos de la Iglesia Católica.
La manera de entender los colores ha ido variando y depende también de las culturas. Aunque a día de hoy, los colores no marcan como antiguamente las clases sociales, sí que lo podríamos comparar con las marcas de diseñadores que tan solo se pueden permitir unos pocos.
Curiosamente, de cómo vestían las familias humildes apenas se conoce información.
Guerreros y campesinos
La otra visita fue sobre ‘Guerreros y campesinos’ donde se mostraba la sociedad ibérica como una sociedad jerarquizada, es decir, que no era una sociedad igualitaria.
A través de la Ciudadela Ibérica se pudo imaginar la clase social alta mediante fortalezas, residencias aristocráticas, armas, cerámicas o el tipo de casas. Por contra, las clases más humildes vivían fuera de las murallas y se dedicaban a la agricultura, ganadería, pesca o minería. La visita permitió detectar cómo vivían cada una de las familias y de las diferencias que había entre unos y otros.
Carme Garrido, educadora de patrimoni del Ayuntamiento de Calafell, explica que están muy contentos de cómo ha respondido el público. De hecho, la visita sobre guerreros y campesinos tuvieron que doblarla por la amplia demanda de peticiones de reserva y la de los colores también tenían el grupo lleno.
Hubo una gran afluencia de público de modo que estas jornadas funcionan para poder divulgar la cultura ibérica y conocer el trabajo que hacen.
El próximo fin de semana con motivo de las Jornadas Europeas de Patrimonio, se podrá visitar también de forma gratuita la Ciudadela Ibérica, el Castell de la Santa Creu y la Confraria de la localidad.