El neurobiólogo vegetal Stefano Mancuso advierte en su libro ‘La planta del mundo’ que «de cómo imaginemos la ciudad en los próximos años dependerá en gran parte nuestra supervivencia».
En lo que debe ser un primer paso para ampliar la superficie arbolada de Calafell, el Ayuntamiento impulsa un Plan director de arbolado.
El objetivo es planificar qué especies son las más adecuadas para plantar de manera que no levanten las aceras, pero que también sean las más indicadas para una función medioambiental.
El concejal de Ecología Urbana, Aaron Marcos, explica que, a la hora de las nuevas zonas a urbanizar, el plan director de arbolado «deberá precisar qué especie se planta en cada zona, cómo se planta y el mantenimiento que debe tener».
El documento también ha analizado los árboles que ya hay plantados y por cuáles deberían remplazarse en el caso de tener que substituirlos para una mayor efectividad ambiental sin dañar canalizaciones ni pavimento.
Muchos de los árboles que ahora hay en las ciudades no son los más indicados para tramas urbanas fruto de un diseño realizado por arquitectos que no tuvieron en cuenta los aspectos ambientales.
El documento debe ser una guía de obligado cumplimiento para el desarrollo de nuevas tramas urbanas en Calafell. El arbolado en una ciudad permite regular la temperatura en las calles, depura el aire y es una manera de luchar contra el cambio climático en el lugar donde precisamente se genera más dióxido de carbono, responsable del calentamiento global.
Ampliar
Marcos señala que el Plan director de arbolado analiza la actual situación. La decisión de ampliar las zonas arboladas correspondería a la concejalía de Urbanismo, pero señala que el objetivo sería que creciese en el municipio. Uno de los nuevos conceptos del urbanismo es que debe replantearse el diseño de las ciudades para aumentar la superficie arbolada y de plantas y que dejen de ser unas islas de calor.
Calafell es uno de los primeros municipios que analizará su arbolado de manera ambiental como una herramienta básica a la hora de planificar la ciudad.
Desde la gestión para incorporar árboles más eficientes a cómo y cuándo realizar las podas como un elemento clave en la vía pública. «Mucho arbolado genera molestias porque no se ha tenido en cuenta sus características. Ahora los urbanizadores deberán tenerlas en cuenta».
Más allá de la función del arbolado en las ciudades para ralentizar el calentamiento global ya que las superficies oscuras absorben radiación solar, los estudios en las ciudades con más superficie arbolada en su interior han demostrado que mejora la calidad de vida de los vecinos, aumenta la sociabilidad y baja la delincuencia.