La tasa de recogida y tratamiento de la basura subirá más de un 20% en 2025 en el centenar de principales municipios catalanes en comparación con 2024, alcanzando los 170 euros de media.
Son datos de todas las capitales de comarca del país y de las ciudades de más de 20.000 habitantes obtenidos y analizados por la ACN, que ha utilizado los valores centrales de las horquillas más populares de los recibos para cada consistorio. Una normativa europea llevó al Estado a obligar a todos los contribuyentes a cubrir el coste de la gestión de las basuras a partir de abril de 2025, y los ayuntamientos están aprovechando los cambios fiscales para avanzar hacia una “tasa justa”, es decir, un impuesto variable en función del nivel de reciclaje de cada persona.
Casos dispares según el municipio
Las casuísticas de cada municipio son muy diferentes, ya que algunos han introducido la tasa para 2025 por primera vez, como las ciudades metropolitanas de Sant Cugat del Vallès, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Viladecans o Cornellà de Llobregat. Otros la incorporaron el año pasado y este año la han congelado, como Badalona, o ya hicieron la subida significativa hace un año.
Subida significativa en dos años en Calafell: “O empezamos a reciclar más o seguiremos pagando más”
En el caso de Calafell (Baix Penedès), la subida este año ha sido del 4,81%, lo que significa que los ciudadanos pasarán de pagar una cuota anual de 220 euros a 230,5 euros en 2025. Sin embargo, el concejal de Ecología Urbana, Aron Marcos, ha recordado que en este municipio del Baix Penedès “la subida importante fue la del año pasado”, cuando la tasa de basuras aumentó un 42%, tras casi siete años con los impuestos congelados.
Para Marcos, este incremento de impuestos continuará si la ciudadanía no empieza a reciclar. “O empezamos a reciclar más o seguiremos pagando más”, ha dicho. Por eso, ha defendido que todo el despliegue que el consistorio tiene previsto para el próximo año, con la incorporación de nuevos modelos de recogida, entre otros; tiene como objetivo aumentar los índices de reciclaje para así “aplacar estas subidas e intentar optimizar los costes del servicio”. En este sentido, ha subrayado que “el hecho de no tratar bien los residuos y no reciclar suficiente supone al Ayuntamiento un coste de más de dos millones de euros al año”.
Para Marcos, el problema radica en la falta de concienciación ciudadana. “Lo importante no es cuánto sube la tasa, sino ser conscientes de que hay un problema ambiental de una magnitud muy grande que no estamos solucionando”. “Tenemos un planeta lleno de residuos y esto no lo estamos tratando”, ha criticado el concejal, quien lamenta que “sólo nos centramos en la fiscalidad, cuando la parte importante es mejorar nuestra relación con el planeta”.
Críticas vecinales
Por el contrario, una de las vecinas del barrio marítimo del municipio, Maribel Vaquero, ha criticado que el aumento de la tasa de basuras no vaya acompañado de una mejora del servicio. “Vemos cómo nos suben las tasas, pero no vemos que se invierta en la mejora de la gestión de los residuos”, ha denunciado. Además, ha asegurado que hace poco más de un año les quitaron la isla de contenedores que tenían en el paseo y que ahora deben recorrer más de 300 metros para tirar la basura en una zona que ha aumentado los usuarios, pero no la capacidad.
“Esto está generando que muchos vecinos tiren las basuras al suelo”, ha afirmado Vaquero, quien lamenta que “si el objetivo de la subida de la tasa era aumentar el reciclaje, en esta zona no está funcionando”. “De hecho, ha ido a peor”, ha concluido.
Premio para quienes más reciclan
En Manlleu se premia a quienes más reciclan, que pagan unos 200 euros, mientras que quienes no lo hacen deben afrontar 363 euros al año. El municipio de Osona está entre los que más graban el servicio, aproximadamente al mismo nivel que Mollet del Vallès, donde la media es de 261 euros, aunque también con variaciones por el mismo motivo.
Ambas localidades se sitúan por encima de otras que también funcionan con un sistema similar. Por ejemplo, en La Seu d’Urgell hay un tramo fijo de 139 euros, más uno variable de entre 0 y 84 euros según el volumen de reciclaje. El nivel de cumplimiento con la clasificación de los residuos por tipo se puede medir con nuevos sistemas de recogida, como los contenedores inteligentes.
Se trata de una modalidad aún en proceso de implementación en muchos municipios, como en Sant Pere de Ribes, donde sólo un 10% de los contribuyentes pueden ver variar la tasa según cómo reciclan. En cualquier caso, son diversos los gobiernos municipales que trabajan para introducir una variabilidad en la tasa de basura para hacerla más “justa”, donde quienes practican un reciclaje más selectivo puedan recibir bonificaciones.
