El tramo de costa entre Calafell playa y Mas Mel es históricamente el más afectado por la regresión. Además del impacto de las mareas hasta ese punto del litoral no llegan nuevos sedimentos debido a las barreras en forma de puertos y espigones como los de Segur de Calafell y Coma-ruga.
Para poder mantener una anchura de playa que permita un uso turístico, pero también que frene las mareas impidiendo que pudiesen llegar a los paseos marítimos invadiendo la zona urbana, deben realizarse aportaciones de arena.
El pasado año el Ministerio de Transición Ecológica realizó un gran traslado de arena acumulada junto al puerto de Coma-ruga hasta las playas de Calafell, lo que permitió ganar metros de anchura.
Pero esa intervención debería repetirse con periodicidad, como explica el concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aron Marcos.
El cálculo
Por ello se ha acordado que cada año puedan repetirse esas aportaciones puntuales que irán a cargo del Ayuntamiento de Calafell. Los cálculos estiman que deberán ser vertidos de entre 18.000 y 20.000 m3 de arena que también se sacarán del entorno del puerto de Coma-ruga.
Las barreras del puerto retienen el sedimento desplazado por la marea generando una gran extensión de playa. El Ayuntamiento de Calafell se encargará de coger arena de la zona para llevarla hasta sus playas. El objetivo es que los trabajos puedan hacerse antes de iniciar la temporada estival para asegurar que haya arena en los meses de verano.
El coste de la intervención es de unos 250.000 euros al año y el próximo mes de junio ya se realizará.
«Si no se realiza de una forma periódica no tiene sentido hacer aportaciones cada muchos años». Marcos señala que los traslados de arena deberán tener una continuidad ante la indecisión del Ministerio de políticas contundentes de deconstrucción de barreras en el mar.
Aquella playa del biberón
En Calafell ya se impulsó la eliminación de una plaza sobre la playa y y la retirada de unos pequeños espigones en la zona de Segur. Marcos considera que deberían retirarse las barreras y ya pidió que incluso se eliminase por completo el puerto de la antigua central térmica de Cubelles. Para esta infraestructura se ha acordado eliminar sólo una parte de la dársena central como propuso Endesa, propietaria de la instalación y que habría aceptado la Generalitat.
Marcos explica que se firmó un convenio con el Ayuntamiento de El Vendrell para esos traslados de arena que permitan mantener la anchura del litoral. Más difícil es recuperar el histórico perfil suave de entrada al mar y que a Calafell le valió el nombre de playa del biberón ya que atraía a muchas familias con niños pequeños porque al entrar al agua debía caminarse muchos metros para que comenzase a cubrir.