La vecina de Segur de Calafell estaba en su terraza cuando de pronto un loro se posó en su hombro.
El pájaro se mostraba habituado al contacto humano, pero era una situación extraña. Aquel animal parecía que se había escapado de su casa. Podría haberse desorientado ya alguien estaría buscándolo.
La vecina avisó a la Policía Local que contactó con el Centre de Recerca i Educació Ambiental de Calafell (CREAC) para que lo recogiesen y atendiesen en sus instalaciones. Pero además en las redes sociales explicó la situación. «¿A alguien se le ha escapado este loro?».
Asegurarse
De manera rápida hubo hasta cinco personas presentándose como propietarias del loro por lo que debía asegurarse a quién se iba a entregar el animal que de momento revoloteaba por las instalaciones del CREAC.
El director del CREAC, Dani Fernández, explica que se pidió a los candidatos que demostrasen la propiedad del loro. «Preguntamos número de anillamiento, que aportasen fotografías...». También se contactó con los agentes rurales de la Generealitat.
Al pedir todos esos datos dos candidatos que pedían al ave desistieron. Quedaban tres posibilidades. Y se optó por un careo entre el loro y sus posibles dueños. Se hizo en las instalaciones del CREAC.
Y de manera rápida la duda pareció quedar resuelta. El loro, que se llama Kiko, «enseguida se posó en el hombro y la cabeza de sus dueño y respondía a sus llamadas».
Los dueños lo llamaron y el loro voló hacia ellos. Además mostraron fotografías y vídeos en los que se les veía junto al ave. Profesionales que trabajan con loros certificaron que el que aparecía en los retratos junto a sus dueños era Kiko, por lo que no dudaron en devolverlo.
El animal es una cotorra de Molina (Pyrrhura molinae) un ave de pequeño tamaño originaria del noroeste de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay.
En la lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) está catalogada como especie bajo preocupación menor. A pesar de que tiene un área de distribución bastante amplia, sus poblaciones disminuyen por la destrucción de su hábitat y por el tráfico ilegal.