La implantación de zona naranja para aparcar pagando en diversas calles del núcleo de la playa de Calafell, hasta ahora gratuitas, ha desplazado todos los vehículos de vecinos, residentes y visitantes a las explanadas de tierra frente a las dependencias de la Policía Local y de la Cruz Roja.
Las nuevas calles de zona naranja, que funcionarán en julio y agosto, han levantado quejas entre los vecinos ya que señalan que se han convertido en pago calles hasta ahora gratuitas y que consideran que es un afán recaudatorio. Además, en algunas de esas calles se han eliminado plazas de aparcamiento para crear un paso peatonal junto a la estrecha acera.
El equipo de gobierno de Calafell argumenta la extensión de la zona naranja para lograr una rotación que facilite encontrar aparcamiento. Pero la medida recibe críticas incluso del sector del comercio, que lamenta que no se les haya planteado la medida.
Ahora durante casi todo el día la zona naranja está prácticamente vacía mientras que las explanadas de tierra se llenan de coches y en ocasiones es difícil incluso encontrar un espacio.
Las calles con zona naranja son las más próximas al núcleo comercial de la playa por encima de la vía del tren. Por debajo el aparcamiento de pago es azul.
Los vecinos y el comercio defienden la zona azul (ahora sin dos tarifas diferencias para empadronados y no empadronados) como sistema para la pretendida rotación para realizar gestiones, pero señalan que las ahora zona naranja deberían ser gratuitas para favorecer a la llegada de visitantes.