Las primeras prospecciones en el litoral de Calafell para intentar encontrar posidonia, una planta vital para el ciclo marino y proteger las playas, apenas han encontrado restos de esa fanerógama.
Pero los miembros de la asociación Anèl·lides, que impulsa el proyecto Posidònia activa para buscar esas praderas, consideran que hay posibilidades de recuperación.
Por un lado se ha encontrado gran cantidad de Cymodocea nodosa otra planta que suele preceder a la posidonia y prepara el suelo marino para su asentamiento.
Los buceadores de Anèl·lides han encontrado tallos subterráneos (rizomas) de posidonia asentados en la arena lo que demuestra que en su día pobló la zona. Además consideran que con una correcta gestión de protección, podría recuperarse la especie.
En la costa de Calafell se han encontrado esos vestigios de posidonia en una zona próxima a Sant Salvador y en otra área cercana al puerto de Segur. Los miembros de la asociación consideran que en algún momento esas dos zonas podrían haber formado parte de una gran pradera contínua.
La afectación de la posidonia ha estado motivada por la pesca de arrastre y las anclas de embarcaciones de recreo que arrancan las hojas, pero especialmente dañino es cuando destrozan esos rizomas ya que entonces evitan que la planta pueda volver a brotar.
No obstante en esas dos zonas donde se han encontrado testimonios de posidonia. Anel·lides intentará un proyecto de repoblación. Sin embargo la recuperación y reasentamiento de posidonia son complicadas. En diferentes puntos de Baleares se intenta con diversos sistemas. Pero además de difícil su crecimiento es muy lento
Anel·lides intentará la repoblación de posidonia en las costas de Calafell el próximo septiembre con sistemas que deben estudiarse en función del fondo de cada área. Pero destacan que la prioridad es evitar que los fondos marinos sigan sufriendo el impacto del arrastre de anclas y una excesiva presión,
Esas praderas, además de lugar de refugio y cría de muchas especies, son sobre todo una barrera para frenar las mareas que erosionan las playas. La planta frena la fuerza de las olas de manera natural y asienta el sedimento. Además fijan el CO2 y aportan oxígeno.
La localización de áreas con esa planta también permite geolocalizarlas para que los navegantes conozcan su ubicación y eviten lanzar en ancla para no arrancar las hojas y rizomas.
Este agosto todavía realizará un rastreo de todo el litoral del municipio por si otras áreas hay vestigios de posidonia. Unos trabajos en los que además de miembros de la entidad colaboran vecinos que también captan con cámaras la riqueza de fauna y flora que pobla los fondos del litoral de Calafell.
Las primeras inmersiones han sorprendo por la gran variedad de especies que pueden encontrarse y especialmente por las extensiones de la Cymodocea nodosa, previa generalmente a la posidonia.
