Es una de las últimas fortificaciones de playa de la Guerra Civil que quedan en la costa del Penedès. En la playa de Les Madrigueres de El Vendrell ese búnker sirvió para vigilar una posible incursión por mar de las tropas franquistas, que finalmente no se produjo.
Debería ser un vestigio histórico de la Guerra Civil, pero sólo una placa recuerda su pasado. La construcción está totalmente pintorrejeada. Además se ha convertido en un punto de botellón que amenaza al espacio protegido de la playa.
La fortificación queda dentro del área cercada por ser el espacio de cría del chorlitejo patinegro, un ave amenazada que se ha asentado en la zona. La presencia de grupos practicando botellón amenaza a la recuperación de la especie en la zona.
VÍDEO: Nacen diez pollos de chorlitejo en El Vendrell
La tranquilidad en las playas motivada por el obligado confinamiento hizo que el ave chorlitejo patinegro realizase varias puestas en la playa de Coma-ruga. En total han eclosionado 4 nidos que han permitido 10 pollos. En todo El Vendrell, desde Coma-ruga a Madrigueres, quedan 6 nidos que todavía podrían tener éxito.
Los voluntarios que realizaron la retirada de las plantas invasoras también limpiaron la basura de la zona.
Pese a que ese tramo de playa está balizado, los participantes saltaron las cuerdas para llevar la fiesta al búnker. Vecinos de la zona también explican como es habitual que grupos de jóvenes suban a la estructura. Ahora el temor es que esa playa se convierta en un punto habitual de botellones y fiestas como ya se detectó también antes de la verbena de Sant Joan.
Más allá de la afectación a un ecosistema natural protegido, se pide dignificar ese elemento de la Guerra Civil. Hace dos años el Ayuntamiento aseguró que esa defensa de costa sería restaurada como elemento patrimonial. Era un nido de ametralladoras que formaba parte de las fortificaciones de costa que levantó la República.
De tipo rectangular y de hormigón cuenta con una sola entrada y tres aperturas de avistamiento. Una era frontal al mar y las otras laterales para disponer de mayor capacidad de visión y vigilancia de la costa.
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El búnker que se levantará en el paseo marítimo de Cunit y que es una réplica del que se levantó en 1936 como punto de vigilancia y defensa para controlar un posible ataque de las tropas franquistas, costará 65.000 euros.