En el paseo Jaume I de Salou se vio ayer por la tarde a una multitud de personas, visiblemente emocionadas y engalanadas, dirigirse al que fue uno de los actos más esperados de la Festa Major d’Hivern.
Poco antes de las 17 h, el Envelat abrió sus puertas para recibir, entre obsequios y agradecimientos, a los más de 400 invitados que asistieron para disfrutar de un banquete lleno de música, baile y buena compañía.
Salou celebró ayer el tradicional homenaje a las personas mayores del municipio. La fiesta, organizada por el área de Personas Mayores del Ayuntamiento, las asociaciones Jubilats Esplai Salou y Jubilats Parc de Salou, reunió a jubilados residentes, empadronados y asociados que no quisieron perderse el día en el que ellos fueron los protagonistas.
El alcalde de Salou, Pere Granados, presentó el acto reivindicando el justo y merecido homenaje que merecen las personas mayores, «un sector de la población que lo ha dado todo para que la gente hoy goce de un magnífico pueblo».
Vino, aceitunas, patatas, tostadas de pa amb tomàquet... todo lo que había en las mesas se acabó mientras las conversaciones de los invitados recordaban anécdotas y momentos vividos en Salou, un municipio que se ha hecho grande a la vez que ellos.
Cada año, coincidiendo con la Festa Major, los jubilados del Esplai Salou organizaban un gran baile que se fue haciendo cada vez más grande. Este reunía a tantas personas que acabó celebrándose en el Envelat, un lugar ideal para festejar y juntar a los cientos de asistentes.
Miguel, que cada año asiste a la fiesta acompañado de sus amigos, agradeció que se acuerden de la gente mayor del municipio, «es una alegría juntarnos aquí todos, ahora nos toca disfrutar. Primero merendamos y luego, con el baile, quemamos todo lo que hemos comido».
Las personas mayores tienen derecho a disfrutar por todo lo trabajado y vivido, y, como dijo María, una de las asistentes, «darnos una fiesta de vez en cuando se agradece para toda la vida».