Altafulla ha activado este verano un servicio de vigilancia especial en la zona de Canyadell. Este extremo de la playa de Altafulla, fronteriza con Torredembarra, es una formación rocosa y algunos bañistas deciden aventurarse a tirarse desde las mismas para darse un chapuzón. El riesgo es máximo, puesto que una mala caída o un golpe en las rocas sumergidas puede terminar en tragedia.
Por esta razón, la Policía Local de Altafulla ha decidido en esta campaña de verano intensificar la vigilancia en la zona de El Canyadell y forzar la disuasión de aquellos bañistas que quieran tirarse desde las rocas al mar en la localidad del Baix Gaià.
La vigilancia la llevan a cabo agentes de proximidad del turno de mañana y tarde de la Policía Local que cubren las horas de baño. Su objetivo es prevenir las conductas irresponsables que puedan terminar en consecuencias graves y escarmentar a los que desoyen las advertencias.
Además de la presencia de los agentes, hay un cartel que prohibe tirarse desde las rocas y se informa que se sancionará por la ordenanza municipal de civismo a aquellos que actuen en contra de la normativa municipal.
En estas primeras semanas de verano, ha habido hasta cuatro personas sancionadas con multas que alcanzan los 600 euros. Además, ha habido alguna persona con heridas de escasa consecuencia por suerte de los bañistas atrevidos.
