La aparición de gran cantidad de abejas muertas en el entorno de la riera de La Bisbal de El Vendrell ha alarmado a los ecologistas y a asociaciones como Zuhari que trabaja para promover la apicultura urbana y divulgar la necesidad de estos insectos para la polinización de muchas plantas fundamentales para la alimentación humana.
Hace unos días los vecinos alertaron de una gran cantidad de abejas muertas entre las flores que caen al suelo de las tipuanas que hay a lo largo de las aceras. Miembros de Zuhari acudieron a la zona y comprobaron que además de las abejas muertas otras agonizaban en el suelo.
La asociación alertó de la situación al departamento de Medi Ambient de la Generalitat y a los agentes rurales. Según se explicó, recogieron muestras para intentar analizar esa mortandad entre las abejas.
En lugares de tipuanas
Los ejemplares presentaban fuera la lígula, el órgano con el que chupan el cáliz de las flores. Esa situación podría indicar que han muerto por una alteración del sistema nervioso, según explica Daniel Arrébola, apicultor y miembro de Zuhari.

Esa situación de muerte de abejas en zonas de tipuanas también se ha detectado en otras ciudades como Badalona y de Barcelona, pero se desconoce si envenenan a las abejas. A falta de precisar la causa de la muerte, Arrébola teme una relación directa con un tratamiento fitosanitaria realizado a esos árboles contra el pulgón y la galeruca que se realizó a principios de mes.
Arrébola lamenta que esos tratamientos se hagan en plena época de floración de algunas especies cuando las abejas acuden a libar el néctar. «Son tratamientos legales, ¿pero deben hacerse en plena época de floración?» cuestionan en Zuhari.

Se ha insinuado que esos árboles son venenosos para las abejas como sucede con el laurel de montaña o el jazmín amarillo. La asociación lo descarta. «No se han encontrado tipuanas venenosas», explican.
Borrachas
Arrébola también descarta que las abejas hayan muerto borrachas de néctar. En ese caso no regresarían a la caja y por lo tanto no llamarían a otros ejemplares para que acudiesen a la zona.

La asociación Zuhari lamenta que las fumigaciones urbanas se hagan sin tener en cuenta los efectos que pueden tener para el ecosistema más allá de los límites de las calles y paseos. «Tienen una gran afectación para los polinizaciones en la época de floración», dicen.
Ahora se está a la espera de conocer los resultados de las tomas realizadas.