Hachas ensangrentadas, cruces llenas de telarañas, calaveras, arañas gigantescas... Nada más entrar a la escuela de teatro Ahura, en Salou, te invade el espíritu de Halloween. Los pósters de clásicos de miedo en el pequeño escenario que preside el centro delatan a su directora, Cristina Muñoz. «El terror es mi marca», dice. Ella es una de las pocas mujeres directoras especializadas en el gore, la rama más visceral y gráfica del género. La escuela cuenta con compañía de teatro y ha hecho del miedo su sello de identidad. Un género que abordan desde la innovación, el ingenio y el humor.
La aventura de Ahura Teatre nació en 2020. Después de años de formarse y rodar por el mundillo como actriz, bailarina y guionista, la salouense Cristina Muñoz dio el paso de crear su propia escuela de artes escénicas, de la mano de Iván Flores, que se encarga de la parte musical. Él es responsable de todas las composiciones originales que dan el envoltorio perfecto a las obras de la compañía.
En pocas semanas, el proyecto se dio de bruces con la pandemia y tuvieron que pasar casi dos años para reabrir con plena normalidad. Desde entonces, no han dejado de trabajar con todos sus alumnos, que van desde los 4 años hasta los más de 70.
Para este Salouween, cuentan con una nueva obra, Esta peli ya la he visto, que representarán mañana, a las 21 horas, en la plaza exterior del TAS. Se trata de la cuarta producción propia de la compañía salouense, que ya se ha abierto un nombre en los circuitos de terror. De hecho, hace unas semanas la estrenaron en la última edición del Festival de Sitges y ahora la han adaptado para un público más familiar. Era la segunda ocasión que la compañía llevaba su propuesta al festival de referencia para los autores del género.
«Ir a Sitges fue un sueño», reconoce Cristina, que el año pasado se convirtió en la primera directora que introducía el teatro en la historia del festival. Además, este año puso su grano de arena también en las actividades paralelas que programa el festival, con dos talleres: uno de efectos especiales de gore y otro de interpretación de historias de terror de carácter familiar.
«Yo soy una friki del cine gore de los años 80, aquellas pelis que tenían un punto de comedia. En esta obra he querido sacar los monstruos que me gustaban cuando yo veía aquellas películas. Hay muchas referencias a historias que me han marcado y espero que la gente las pille. Algunas son muy difíciles», cuenta la directora.
Esta peli ya la he visto tiene el aura de aquellos films. Una cabaña, un grupo de niños y unos monstruos que deben atrapar en cintas VHS. Pero no todo sale según lo planeado y, pasados unos años, los protagonistas se reencuentran para acabar definitivamente con aquellos monstruos.
Cristina le da mucha importancia a los efectos especiales, algo inherente al género gore. «Queremos que sea como ver una película, pero encima de un escenario. Nuestro reto es llevar al directo todos los efectos que utiliza el terror, que en una película se hacen en postproducción. Aquí, la puñalada es en directo, las salpicaduras de sangre también, y todo debe ser creíble», cuenta.
Para ello, se ha rodeado de un grupo de «manitas» que tiran de perspicacia para dar verosimilitud a sus ideas. Bajo el sello La Zona FX, sus inventos ponen la guinda al teatro de Ahura.
Mañana, al acabar el desfile del Salouween Parade, una veintena de actores y actrices de la compañía se sumergirán en la obra Esta peli ya la he visto. Es teatro gore e interactivo y, para que no coja a nadie por sorpresa, ya advierten: «Esta obra salpica».
