Absuelto un hombre que sacó un cuchillo a un taxista en Cambrils al no quererle pagar el viaje

El juez instructor lo había condenado inicialmente por un delito leve de estafa y otro de lesiones, pero la Audiencia lo ha revocado

03 enero 2020 20:40 | Actualizado a 06 enero 2020 00:21
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Un hombre pidió los servicios de un taxi para llevarlo de Reus a Cambrils, intentó pagar con una tarjeta que no era suya y después amenazó al taxista con una navaja porque le exigía el pago de la carrera. Inicialmente, el Juzgado de Instrucción número 1 de Reus había condenado al agresor por estafa y por lesiones. Por cada uno de estos delitos leves le fue impuesta una pena de multa de 30 euros, además del pago de una indemnización al denunciante de 22,52 euros –importe del viaje– y 120 por las lesiones causadas.

Pega un puñetazo y amenaza con un cuchillo a un taxista de Reus en Cambrils

Ocurrió en la madrugada del martes al miércoles, cuando la central de taxis recibía una llamada de un cliente que quería coger un taxi en Reus para dirigirse a Cambrils. El taxista de Reus recogió al pasajero y se dirigió hasta la calle Camí de Reus, en Cambrils, detrás del restaurante Los Conejos, donde tendría residencia el cliente.

Pero tras el recurso de apelación presentado por el abogado defensor, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona le ha dado la razón y ha revocado la condena. El magistrado entiende que los hechos se produjeron, pero no constituyen un delito de estafa ni tampoco quedaron acreditadas las lesiones.

La sentencia declara probado que a las dos de la madrugada del 8 de mayo del año pasado, el denunciado requirió los servicios de un taxi en la estación de autobuses de Reus para que le llevara hasta Cambrils, «a sabiendas de que no tenía dinero y no pagaría el precio correspondiente a tal viaje».

Al llegar a destino, en la calle Camí de Reus de Cambrils, el taxista pidió al cliente el pago de la carrera, que ascendía a 22,52 euros. El denunciado le entregó una tarjeta de débito a nombre de un tercero. La pasó dos veces por el datáfono y el aparato la rechazó. El taxista le preguntó cómo pagaría. Fue entonces cuando el cliente salió del vehículo y se dirigió a la puerta trasera para recoger sus pertenencias y marchar sin abonar la carrera.

Cuando el taxista –que también había salido del coche– le impidió abrir la puerta trasera, diciéndole que no se marchara de allí porque iba a llamar al 112, el cliente lo empujó dándole un fuerte golpe en el pecho, mientras le decía que esto le iba a salir caro.

El acusado sacó de la parte trasera del pantalón un cuchillo y lo esgrimió frente al taxista, al que le dijo: «Esto no quedará así. Ya nos veremos». El profesional se apartó por miedo y el cliente se marchó. Fue localizado poco después por una patrulla de los Mossos d’Esquadra cuando estaba escondido en unos arbustos cercanos. Llevaba en su poder el cuchillo. El acusado está diagnosticado de un trastorno psicótico.

Para la Audiencia, no existe la estafa porque el acusado le dio una tarjeta –que no estaba ni fue denunciada su sustracción– , «sin que conste engaño o maniobra torticera alguna» por parte del encausado, lo que determina la ausencia de dolo, prescindible para al estafa.

En cuando a las lesiones, no se aportó en el juicio el parte del médico forense, sólo el asistencial.

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