El Ayuntamiento de Calafell, gobernado por PSC-PP y ADMC, quiere rescatar la redacción de una ordenanza para regular los clubs de cannabis en el municipio. Ahora hay siete y se busca una normativa que evite una proliferación indiscriminada.
El pasado año el gobierno presentó un modelo de ordenanza, pero no pudo ser aprobada al no lograr la mayoría absoluta necesaria. Ahora todos los partidos intentarán consensuar una normativa.
Son legales
Habrá una mesa de debate para fijar dónde y cómo pueden abrirse estos clubs en los que puede consumirse marihuana. El alcalde Ramon Ferré señala que son establecimientos legales «y no tenemos nada en contra».
Pero con la actual normativa podrían abrirse en cualquier punto del municipio con sólo presenta una solicitud de licencia y cumplir urbanísticamente. Tampoco se ha podido garantizar una regulación sobre horarios y aforos, servicios o sistemas de evacuación de humos.
El grano de la paja
El alcalde señala que la normativa debe ayudar también a «separar el grano de la paja». Destaca que las personas heridas a finales de la pasada semana en una explosión en una casa okupada de Segur de Calafell habían logrado una licencia para abrir un club de cannabis.
ELa licencia no era para esa casa, pero en ella se se encontraron 100 plantas de marihuana. La deflagración pudo estar causada por la manipulación de productos para su cultivo. Los heridos fueron denunciados por los Mossos por delitos contra la salud pública y por daños.
La regulación pretende evitar la apertura de negocios «que nada tienen que ver con el autoconsumo» y que escondan un tráfico de droga, señala Ferré. «Los ayuntamientos tenemos un margen no para restringir, sino para controlar y evitar situaciones indeseables». Y en este sentidose crea la mesa de debate político.
Que no se vincule
Los partidos de la oposición como la CUP critican que desde el pasado año el gobierno, al no poder aprobar su propuesta de 2016, «no haya movido ni un dedo». En su día la CUPno aprobó la propuesta del gobierno por las prisas, ser muy restrictiva y no haberse debatido entre los partidos. La CUPpide que no se vincule la explosión de hace unos días con los clubs de cannabis ya que genera una situación de alarma hacia asociaciones legales.
Ferré niega que haya hecho esa vinculación. Destaca que los clubs son legales, pero la regulación evitará una apertura indiscriminada y debe ayudar a la lucha contra las plantaciones ilegales. Explica que al no aprobarse la ordenanza, se han tenido que dar licencia a otros tres locales y ya son siete en el municipio.
El PDeCat, también en la oposición, clama que una cosa es la ordenanza de los clubs y otra el cultivo ilegal. Durante el mandato de CiU, se paralizaron las licencias durante un año, pero finalizó esa moratoria sin que se haya articulado una normativa todavía.
En este sentido la regulación que pretende el Ayuntamiento de Calafell busca regular el ámbito de apertura «para prevenir las molestias que puedan producir» pero también para evitar que el acceso sea fácil en un municipio «sensibilizado» por una oferta turística.
En este sentido el Consistorio espera poder tener la ordenanza redactada de forma rápida y muy consensuada, entre todas las fuerzas políticas.