La antigüedad de algunas canalizaciones de agua de Calafell provoca pérdidas de hasta el 45%. Sin embargo es muy difícil detectar si hay fugas ya que muchas son ocultas y no se hacen visibles hasta que se produce una rotura.
Para intentar detectar esas fugas ha comenzado la prueba de inyectar helio en las conducciones. La concesionaria Sorea prueba el sistema en la zona del núcleo histórico del pueblo, donde están las canalizaciones más viejas.
El helio es un gas inocuo y los impulsores de la prueba señalan que no afecta ni a la salud ni a la calidad del agua.
El sistema consiste en inyectar helio en la canalización. El gas se diluye en el agua. En caso de fuga el caudal perdido impregna el terreno. En ese momento el helio se libera del agua y asciende a la superficie ya que es más volátil que el oxígeno.
Una máquina recorre la zona para detectar si hay helio y en caso afirmativo revela que existe la fuga.En muchos casos son pérdidas que habían pasado desapercibidas pero que con el tiempo podrían agravarse.
El sistema ya se ha aplicado en Tarragona, Barcelona, París o Lisboa.