El Aeropuerto de Barcelona-El Prat acoge desde el 1 de diciembre una prueba piloto que implementa el reconocimiento facial en todos los procesos necesarios para coger un vuelo con destino a Málaga de la compañía Vueling.
Lo han presentado en rueda de prensa este miércoles la directora del Aeropuerto, Sonia Corrochano; el director de cliente de Vueling, Calum Laming, y la directora de Innovación, Sostenibilidad y Experiencia Cliente de Aena, Amparo Brea, entre otros.
Corrochano ha celebrado que se trata de un "proyecto de gran complejidad tecnológica" y, según Aena, es la primera prueba piloto en Europa que permite integrar el reconocimiento facial en todos los procesos previos al vuelo.
En la misma línea, Calum ha puesto en valor que Vueling es "la primera compañía aérea" que utiliza esta tecnología integrada en cada paso del pasajero antes de subir al avión, y ha defendido que no habrá recortes en personal, al menos mientras continúe siendo una prueba piloto.
Brea ha argumentado que, con esta tecnología, la seguridad aumenta porque es "más segura" que un chequeo visual por parte de los trabajadores de las compañías aéreas.
Enrolamiento biométrico
Mediante el enrolamiento biométrico, los pasajeros vinculan sus caras con sus DNI, algo que puede hacerse desde casa mediante la app de Aena --en caso de que lo tengan digitalizado--, o en el mismo aeropuerto.
Una vez vinculados estos datos, el reconocimiento facial permite continuar con los pasos habituales a realizar antes de volar: el vinculación con la tarjeta de embarque, la facturación del equipaje, el paso por el control de seguridad y el posterior acceso al avión.
Calum ha remarcado que Vueling no guarda los datos biométricos de los pasajeros y, en cualquier caso, en los vuelos en los que se ha implementado esta prueba piloto, también se ofrece la posibilidad de realizar el proceso convencional, sin el reconocimiento facial.
Pruebas anteriores
Anteriormente se habían realizado otras dos pruebas piloto con esta tecnología, en vuelos a Madrid y Menorca, pero esta es la primera vez que se integra en cada uno de los procesos a realizar necesariamente antes de despegar.
Estas pruebas concluyeron con un ahorro de tiempo de un 45% por parte de los pasajeros --en comparación con un proceso convencional--, por lo que se espera que en el caso de los vuelos a Málaga el ahorro sea mayor, puesto que incluye la tecnología en más procesos.
Futura implementación
Se trata de una prueba piloto que afecta de cinco a siete vuelos diarios --mayor cantidad en Navidad-- con destino Málaga, y que tendrá una duración de seis meses, tras lo que se valorará si se implementa definitivamente.
Aena y Vueling ya están pensando en implementar el sistema en vuelos a otros destinos nacionales "populares", que despeguen con mucha frecuencia, y entre los candidatos se encuentra Sevilla, Bilbao o Madrid.
De momento, se ha descartado operar con vuelos internacionales porque, tal como ha asegurado Calum, se necesita un acuerdo con otros países por el uso de datos biométricos, por lo que de momento se ha optado por implementar el sistema en los de carácter nacional.