El restaurante Vermuts Rofes, situado en el centro de Reus, sorprende por su privilegiada terraza, que se encuentra en el corazón de la antigua fábrica de Vermuts Rofes, en el espacio del taller donde antiguamente se envejecían los vinos. Una de las cosas que más llama la atención es que conserva diferentes elementos históricos de la fábrica, como la caldera que servía para suministrar el agua caliente para elaborar las infusiones del vermut.
La terraza es un espacio emblemático en un entorno relajado y pensado para disfrutar. En él se pueden degustar diferentes ofertas gastronómicas, con una amplia oferta de aperitivos, tapas, comidas y cenas. La carta apuesta por una cocina sana, de calidad y con la mínima manipulación de los alimentos. Los menús tienen una relación calidad precio muy ajustada.
Cabe destacar el vermut Rofes, elaborado desde 1890 por cuatro generaciones de la misma familia, lo que lo ha convertido en un vermut único y muy apreciado, tanto por su aroma y su sabor como por la tradición que le acompaña. Por ese motivo es imprescindible probarlo antes de marchar.
Existe también la posibilidad de comprar este pionero vermut de Reus y llevárselo a casa para no perder la costumbre de tomarlo durante el aperitivo o también para regalarlo.
Otros espacios complementan la privilegiada terraza, como las salas Joan Rofes y Marcel·lí Rofes, que son salas privadas situadas donde antiguamente se encontraban las oficinas de la fábrica, con una capacidad de entre 20 y 25 personas cada una y que están pensadas para celebraciones íntimas y familiares. Allí, como en la terraza, se conservan elementos que recuerdan la historia del edificio; se trata de documentos administrativos y comerciales que datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Otro de los espacios destacables, situado también en las antiguas oficinas, es el bar restaurante, pensado para un ambiente más informal. Finalmente cabe destacar la bodega, situada en la antigua zona de recepción y elaboración de los productos. Allí se conservan 15 tinajas de madera que tienen capacidad de 50.000 litros. Se trata de un espacio carismático que puede acoger hasta 400 personas.