Algunos trenes han sido suprimidos a primera hora de la mañana este lunes y hay retrasos puntuales en el servicio de Rodalies a pesar de la desconvocatoria ayer por parte de la mayoría de sindicatos de la huelga de trabajadores de Renfe y Adif
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— Rodalies Obres Roda Berà (@RodObresBera) March 17, 2025
🟡Degut a la desconvocatòria de vaga d'ahir a última hora, es poden produir supressions puntuals de trens i algun retard. Consulteu l'estat del servei als monitors de les estacions, l'app de Rodalies i a la pàgina web.
Según ha informado Rodalies, el motivo de las afectaciones es que el pacto entre el Ministerio de Transportes, la Conselleria de Territori y los representantes de los trabajadores se cerró “a última hora”, y ha habido problemas para reprogramar servicios que ya se preveían suprimidos de acuerdo con los servicios mínimos.
En la estación de Tarragona se han visto menos usuarios que habitualmente a primera hora de esta mañana. Muchos de ellos ya habían previsto ir en autobús o coche privado cuando llegó la noticia de la desconvocatoria. Aquellos que sí han decidido usar el tren han vivido la jornada con resignación y frío.
Margarita Silva explica al Diari que ni siquiera se había enterado de la huelga: “Trabajo en Riba-roja, he llegado aquí para coger el tren de las 7:45 horas y veo que no pasará ninguno hasta las 10:12 horas. Me tocará esperar casi tres horas”. Por otra parte, aquellos que sí sabían de las movilizaciones y que ayer, a última hora, vieron como se desconvocaban se han visto sorprendidos por los retrasos y cancelaciones. José Dolf, usuario habitual, lamenta la falta de información por parte de Renfe y Adif. “Hay dos sindicatos que se han mantenido en huelga y por tanto no está desconvocada del todo”, explica. Por otro lado, José entiende perfectamente la huelga y cree que las plantillas se deben movilizar porque están descapitalizando Renfe Mercancías.
Acuerdo de última hora
La desconvocatoria de la huelga llegó prácticamente cuando estaba a punto de escucharse el pitido que marcaba el inicio del paro, cuatro horas antes de una movilización convocada por los comités de empresa de Adif y Renfe, ambas dependientes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
La reunión, celebrada en Madrid, conseguía acercar posturas después unas negociaciones intensas que sirvieron para aliviar el principal temor de la plantilla: la pérdida de derechos laborales a consecuencia del traspaso de las competencias a la Generalitat de Catalunya.
El acuerdo pasa por ceder más del 50% del accionariado del nuevo operador al Grupo Renfe de manera que se garantiza, al menos durante dos años, la estabilidad y el mantenimiento del statu quo de los trabajadores.
El acuerdo recoge uno de los principales elementos que ya preveía el acuerdo entre el PSC y ERC, que la nueva sociedad tenga un consejo de administración formado por miembros del Gobierno central y de la Generalitat, con nueve miembros –cuatro a propuesta de Renfe Viajeros, cuatro a propuesta de la administración autonómica y un presidente con voto de calidad también a propuesta del ejecutivo catalán-.
La propuesta que finalmente ha evitado la huelga es que el Grupo Renfe se quedará con una mayoría suficiente en el accionariado y se garantizarán las condiciones laborales de los trabajadores. Asimismo, no se toca uno de los apartados que generaba más oposición, que es que la plantilla seguirá disponiendo de movilidad y podrá pedir traslado a otra comunidad si lo solicitan.
En cuanto al traspaso de la infraestructura, se fijó que cuando se produzca el cambio de titularidad la interoperabilidad de la línea estará garantizada dándole continuidad a la situación actual, a través de una encomienda de gestión o un instrumento equivalente entre la Generalitat y Adif, por el plazo que legalmente se establezca.
La huelga estaba convocada para los próximos días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo, así como el 1 y 3 de abril. Había tres jornadas de huelga de 24 horas, la primera prevista para este lunes, mientras que el resto iban a ser paros parciales en tres franjas horarias.
No todos los sindicatos aprobaron el plan. La el Sindicato Ferroviario y CGT se descolgaba de un acuerdo que supone un juego de equilibrios ente los representantes de los trabajadores y el pacto alcanzado entre socialistas y republicanos