El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha denunciado este sábado que la ley de amnistía fue un primer paso pero es insuficiente para reparar el daño causado a Catalunya y a sus ciudadanos: "Algunos tenemos que luchar con una mano atada a la espalda", ha precisado.
Puigdemont ha intervenido de forma telemática en un acto organizado por el Consell de la República, organismo parainstitucional que lidera desde Bélgica el expresidente catalán, con motivo del séptimo aniversario del 1 de Octubre.
En el acto, celebrado presencialmente en Arenys de Mar (Barcelona), también han intervenido de forma telemática los exconsellers Lluís Puig y Antoni Comín.
Puigdemont ha defendido que el 1 de Octubre de 2017 fue un hecho "tan contundente" que no se puede hacer política prescindiendo del mismo porque sería "faltar a la realidad".
En este sentido, ha criticado al actual presidente de la Generalitat, Salvador Illa, sin citarlo, al asegurar que "hay un intento de convertir a la Generalitat en una gestoría de encefalograma plano, pero no se puede cambiar la historia".
Puigdemont ha abogado por celebrar el 1-O porque, a su juicio, "fue un acto de dignidad con el objetivo de impulsar un país a la conquista de su libertad, de su independencia".
El expresidente catalán cree que "España debe reflexionar" sobre lo ocurrido el 1-O, y la ley de amnistía "es una primera reflexión" que considera "insuficiente para reparar el daño causado a Catalunya y a sus ciudadanos".
Carles Puigdemont ha asegurado que no "tiran la toalla" ni lo harán y ha lamentado que la falta de unidad de las formaciones independentistas "ha tenido consecuencias nefastas" para Cataluña.
El 1-O, ha reflexionado, "invitaba a recorrer un camino al principio incierto, arriesgado, pero imprescindible para la supervivencia" y siete años después "la represión ha demostrado que no hay otro camino para Catalunya que no sea la independencia".