Tres nichos del cementerio de Brenes (Sevilla) han sido dañados esta madrugada por unos desconocidos que han entrado en el camposanto en busca, al parecer, de objetos de valor, y que han intentado desenterrar el cadáver de una mujer inhumada hace pocos días, han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil.
Aunque inicialmente fuentes del Ayuntamiento indicaron que se había llegado a desenterrar uno de los féretros y se había dejado el cadáver en el pasillo del cementerio, la Guardia Civil ha asegurado que los profanadores “han causado daño en tres lápidas de tumbas, todas de la misma columna de nichos, pero sólo han sacado parcialmente la caja de uno de ellos”.
Cuando los trabajadores municipales han llegado al cementerio poco antes de las nueve de la mañana, han encontrado los nichos con destrozos y el ataúd parcialmente sacado del nicho. La misma fuente ha indicado que no han podido llegar a abrir el ataúd, del que han roto sus laterales, antes de abandonar el cementerio a una hora no determinada.
Los autores de estos hechos han roto, previamente, el candado de la puerta de acceso al cuarto del enterrador, de donde han cogido una escalera y las herramientas del trabajador encargado del cementerio, con la que han alcanzado los nichos.
En todos los casos se trata de la zona de nueva construcción del cementerio San Sebastián de la localidad, donde también ha sido dañado un panteón de una familia del pueblo que lo levantó en 2008, donde sólo hay enterrado un cuerpo.
La Policía Local y la Guardia Civil sospechan que se trata de personas que han querido robar joyas o enseres con las que hayan sido enterrados algunos vecinos de la localidad, aunque no se ha confirmado aún qué objetos han sido sustraídos del cementerio durante estos hechos.
Numerosos de vecinos de Brenes se han desplazado al cementerio en cuanto se ha conocido la noticia, para comprobar si se han producido daños en las tumbas de sus familiares.
Los trabajadores municipales han reaccionado con rapidez, y poco antes de las 15.00 horas ya estaban tapadas de nuevo las tumbas siniestradas, además de comunicar a las familias afectadas los daños en sus propiedades privadas.